Alan García entrega la bandera a Bachelet ante Lula. / AP
MUNDO

La Unión Sudamericana nace dividida por las FARC

Los doce países miembros no logran poner en marcha el Consejo de Defensa

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«Sudamérica unida tiene capacidad para mover el tablero político de todo el mundo», dijo ayer el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, durante la ceremonia de inauguración de la cumbre en la que se firmó el tratado constitutivo de Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas), nuevo foro para tratar temas de defensa, infraestructura y energía en la región, que, además, nace abierto a la incorporación de otros países latinos y del Caribe.

Con la presencia de once presidentes y un vicepresidente, Unasur echó a andar en Brasilia, no sin algunos primeros tropiezos que, de todos modos, no hicieron mella en el entusiasmo del anfitrión de la cumbre. Su iniciativa central de crear ayer un Consejo Sudamericano de Defensa deberá, sin embargo, esperar a un próximo encuentro. «Los progresos en el campo económico y sociopolítico (en Sudamérica) nos dan una creciente proyección en el nuevo mundo multipolar», proclamó Lula al abrir la reunión. «Cuando la escasez de alimentos amenaza la paz social en varias partes del mundo, en nuestra región muchos vienen a buscar respuestas», advirtió. La Unión de Naciones Sudamericanas representa a más de 380 millones de personas con un Producto Interior Bruto de 666.219 millones de euros.

Sin embargo, el encuentro, celebrado en el Centro de Convenciones Ulises Guimaraes de la capital brasileña, perdió literalmente brillo en dos ocasiones por cortes del suministro de electricidad. «Eso fue cosa de Lugo», bromeó el venezolano, Hugo Chávez, refiriéndose a su homólogo de Paraguay, Fernando Lugo, presente junto con su antecesor Nicolás Duarte Frutos. El Gobierno de Asunción reclama a Brasil un canon mayor por el uso de una represa hidroeléctrica binacional.

Presidencia rotatoria

Tras la apertura, la presidencia rotatoria de Unasur pasó de Bolivia, país encargado de liderar el alumbramiento, a Chile. En su discurso de asunción, la mandataria de Santiago, Michelle Bachelet, celebró la constitución de la Unión como una oportunidad y pidió que sirva también para aumentar el comercio. La primera presidenta latinoamericana electa declaró también que hacen falta «consensos más que imposiciones», en alusión a la iniciativa brasileña del consejo para coordinar políticas de defensa entre los países del área. La propuesta carece del apoyo de Colombia, que se negó a participar en la alianza de seguridad por las amenazas del terrorismo en su país. Pero Bachelet sugirió que tampoco Chile está conforme y propuso seguir el debate.

Un desayuno madrugador entre Lula y sus pares de Bolivia, Ecuador y Venezuela permitió evitar que las crisis coyunturales empañen la cumbre. Pero la tensión entre esos países frente a la ofensiva terrorista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sigue. El líder del Gobierno de Quito, Rafael Correa, aseguró que la relación con el Ejecutivo de Bogotá presidido por Álvaro Uribe es «deplorable.