De la Cuesta reconoce que «es difícil estar entrando y saliendo» del equipo

Ni García Remón, ni Calderón, ni ahora Procopio han sido capaces de mantener un once durante varias jornadas. Y no porque no querían, sino debido a que las derrotas y las malas actuaciones individuales siempre obligaban al cambio. El último caso es sorprendente. Julián de la Cuesta salía del equipo tras su mala actuación frente a la Real Sociedad, pero César estuvo incluso peor ante el Celta y por ello el colombiano regresa al eje de la zaga.

El central deja clara su apreciación, y es que «ni antes era tan malo ni ahora tan bueno». Agradece la decisión del míster, que «me da nuevamente la oportunidad», y confiesa que «para todos es difícil estar entrando y saliendo» del equipo «porque la confianza se resiente».

De la Cuesta reconoce que «me costó asimilar el no jugar en Vigo, pero respeté la decisión como tal. No es momento de ser egoista, sino de lograr cuanto antes la permanencia en Segunda».

Mayor solvencia

El fin de su entrada es «dar solvencia» a la retaguardia, la línea más criticada de los últimos encuentros. El Cádiz ha encajado nueve tantos en tres partidos, con una goleada final ante el Celta.

«Cuando se encajan goles, se mira a la defensa, pero es responsabilidad de todo el equipo», declara el sudamericano. ¿Los motivos? «Esto es fútbol. Falta de concentración, mala suerte, no seguir las marcas,... pero en este partido hay que evitar los errores».

El colombiano fue de los primeros en marcarse la meta de los 50 puntos necesarios para la permanencia, y siempre ha mantenido los pies en el suelo. Nunca busca excusas. «El choque ante el Nàstic es una final. No se han ganado los partidos que teníamos que sacar, y ahora llega la hora de la verdad. Como se dice por aquí, tenemos que ganar por lo civil o por lo criminal».

El rival le preocupa. El Nàstic «es un equipo bastante completo que como nosotros debería estar más arriba. De mediocampo hacia adelante cuenta con futbolistas con mucha calidad como Jandro, Arpón o Moisés». Es lo de menos. El Cádiz tiene que imponer su poderío, en casa y ante su afición.

«Da un poco de pena seguir pidiendo ayuda a la hinchada, pero es cierto que ahora es cuando más lo necesitamos», finaliza De la Cuesta. Ese último empujón puede ser decisivo. Y por pedir que no quede.

Piensan en La Rosaleda

En Tarragona han estado toda la semana comparando el encuentro de Carranza con el de La Rosaleda, en el que los catalanes salieron airosos de un estadio que completó el aforo. César Ferrando, técnico del Nàstic, señala que las opciones de triunfo son las mismas, pero que espera un Cádiz con más intensidad que el Málaga por todo lo que se está jugando.

Preocupa el ambiente, pero más el rival, y ya ha mentalizado a los suyos para que asuman el panorama que se encontrarán en el estadio gaditano.

Lo que pide es no encajar un gol en los primeros minutos para que así aparezca el nerviosismo en la grada, un hecho que les beneficia.

El entrenador del conjunto tarraconense dio ayer la lista de convocados. La única novedad es la entrada del lateral Rubio por el sancionado Óscar López. No obstante, será Campano quien retrasará su posición y Miku actuará de extremo derecho.

El equipo grana salió ayer en autobús e hizo noche en La Carolina (Jaen). Hoy entrenan a las seis de la tarde en El Rosal. Pese a la paliza, se ha vendido como una manera de hacer piña entre la plantilla.