Los principales problemas en París se han producido en la línea B de los cercanías -con un tren de cada dos en funcionamiento-, la que conecta la capital francesa con sus dos aeropuertos. /REUTERS
difícil solución

Los sindicatos franceses retan a Sarkozy con una nueva huelga contra la reforma de las pensiones

Servicios públicos y privados han sido convocados a una movilización que afecta sobre todo a los transportes y se espera la participación de medio millón de personas en las 80 manifestaciones convocadas

PARÍS Actualizado: Guardar
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Los sindicatos franceses retan de nuevo al presidente Nicolas Sarkozy con una huelga a la que están llamados los trabajadores tanto del sector público como del privado para protestar contra la reforma de las pensiones que pretende llevar a cabo el Gobierno.

La jornada se esperaba caótica en la red de transportes, en la administración y los centros educativos si se cumplían los pronósticos de las centrales sindicales, que esperaban sacar a la calle a medio millón de personas en las 80 manifestaciones convocadas por toda Francia. Sin embargo, el impacto era limitado a primera hora de la mañana en el transporte público, el sector en el que más se debía notar.

Después de las protestas protagonizadas por los docentes para disuadir al Gobierno de eliminar más de 11.000 puestos de trabajo el próximo curso lectivo, es la reforma de las pensiones la que ha provocado la movilización de ocho sindicatos para oponerse a los planes del Ejecutivo de aumentar el periodo de cotización de 40 a 41 años para poder cobrar una pensión completa.

La red de transportes, menos afectada de lo esperado

La huelga no ha tenido el impacto inicial esperado y, a primera hora de la mañana, afecta de forma limitada al transporte público, el sector en el que más se debía notar. La compañía ferroviaria SNCF ha señalado que diez horas después del inicio de la huelga circulaban la mitad de los trenes de largo recorrido, tal y como se había programado.

Las primeras informaciones sobre el transporte público en las grandes ciudades daban a entender que el paro no provocaba excesivos problemas, y así en el área metropolitana de París, según la entidad gestora RATP el tráfico era "completamente normal" en la red de trenes de cercanías, en el metro, en los tranvías y en los autobuses. La única excepción era la línea B de los cercanías -con un tren de cada dos en funcionamiento-, la que conecta la capital francesa con sus dos aeropuertos.

Fuera de París, la situación sí era más complicada en Marsella, donde una de las dos líneas del metro estaba completamente cerrada y sólo estaba garantizado el servicio en el 30% de las líneas de autobús. La tercera ciudad del país, Lyon, se encontraba en una situación de transporte urbano "ligeramente" afectado por la protesta, con un 82% de los convoyes del metro y un 64% de los autobuses en servicio, según la compañía TLC.

La huelga también tenía ciertas repercusiones en los vuelos comerciales, ya que están llamados a la protesta los controladores aéreos y los trabajadores de la aerolínea Air France. La Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) ha confirmado que a primeras horas de la mañana no había huelguistas entre los controladores aéreos de los dos aeropuertos de la capital francesa, aunque sí algunos retrasos en el de Orly atribuidos a regulaciones del tráfico. Air France indicó que había anulado siete vuelos entre París y Marsella y cuatro vuelos con origen y destino en Niza.