Ban Ki-moon conversa con el ministro de ministro de Asuntos Exteriores de Birmania. /AFP
pasará dos días en el país

El secretario general de la ONU intenta que Birmania abra las puertas a la ayuda internacional

El Gobierno militar da a entender que sospecha que la ayuda humanitaria es para camuflar una estrategia que persigue cambiar el régimen con el apoyo de los trabajadores de la ONU

RANGÚN Actualizado: Guardar
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El secretario general de la ONU ha llegado a Birmania para intentar que la Junta Militar abra las puertas del país a una mayor cantidad de ayuda humanitaria destinada a las cerca de 2,5 millones de víctimas del ciclón Nargis. Ban Ki-moon, quien antes de partir hacia Rangún ha afirmado que el país asiático se encuentra en un "momento crítico", se ha reunido con el jefe de la Junta Militar, general Than Shwe, y otras autoridades.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, que permanecerá dos días en Birmania, también ha tenido tiempo para visitar la gran pagoda de Shwendagon, en Rangún, y uno de los puntos de concentración de los manifestantes que el pasado septiembre desafiaron a la Junta Militar con protestas multitudinarias. Tras esta parada, ha recorrido varias zonas arrasadas por el paso del ciclón, donde los operarios seguían limpiando los escombros.

"Estoy convencido de que seremos capaces de superar la tragedia. He venido con un mensaje de esperanza. Espero que su pueblo y gobierno puedan coordinar el flujo de ayuda y cooperantes para que la asistencia pueda desarrollarse de una manera más sistemática", ha explicado Ban en la pagoda. A continuación, se ha trasladado a la casa de huéspedes del gobierno, donde se ha vuelto a reunir con el general Than Shwe y con representantes de agencias humanitarias durante una hora y media.

Hasta el momento, el Gobierno birmano, que siempre ha sospechado de las intenciones de Naciones Unidas y de las mayores potencias occidentales, ha rechazado la ayuda masiva ofrecida por la comunidad internacional para los supervivientes, que se enfrentan a la falta de alimentos y agua, y están amenazados por las epidemias. Según la ONU, la asistencia ha llegado sólo al 25% de las víctimas del ciclón, que causó, según fuentes oficiales, 77.738 muertos.

Misión estrictamente humanitaria

El Gobierno militar, por medio de la prensa estatal, ha dado a entender que sospecha que la ayuda humanitaria internacional es para camuflar una estrategia que persigue cambiar el régimen con el apoyo de los trabajadores de las agencias de la ONU. Tras conocer la opinión de la Junta Militar, Ban se ha apresurado ha afirmar que su misión es estrictamente humanitaria.

El 25 de mayo, Ban Ki-moon participará en la conferencia que la ONU y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) han organizado en Rangún para coordinar la distribución de la ayuda humanitaria, y de la que los países occidentales apenas han recibido información.

La Junta Militar birmana nombró el lunes pasado a la ASEAN coordinadora oficial de las operaciones humanitarias y dijo que toda la ayuda debía ser canalizada a través de este bloque regional. La organización integra a Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam, además de Birmania.