Los trabajadores acogen con «preocupación» la posible venta

Una sorpresa, pero no inesperada. Ésa fue la sensación que tuvieron los representantes sindicales y los trabajadores de las azucareras de Ebro Puleva. Y es que la OCM no sólo ha sido un varapalo para los agricultores, sino que también la industria ha tenido que abandonar cuota y se ha visto forzada a iniciar complicadas negociaciones para reestructurar su negocio, lo que ha conllevado el cierre de algunas plantas, como la de Guadalcacín.

Esa repercusión de la reforma comunitaria es la que ayer esgrimieron muchas de las fuentes consultadas por LA VOZ a la hora de buscar una explicación a esta posible venta que para algunos sindicalistas «ya está más que hecha, seguro, si no fuera así no darían el paso, porque no suelen dar palos de ciego».

Pese a todo, desde el comité intercentros de Azucarera Ebro -la filial dentro del grupo Ebro Puleva- dejaron ayer muy claro que la compañía no ha informado en ningún momento a los sindicatos de esta operación.

Algunos miembros de este comité intercentros, que se encontraban ayer en Jerez con motivo de unas jornadas sobre medio ambiente, conocieron esta propuesta durante su estancia en la ciudad y la analizaron con sus compañeros de las secciones. «La pasada semana estuvimos todos en Madrid para unas reuniones con la directiva, y en ningún momento nos informaron de nada», insistían estas fuentes.

En esta tesitura, la plantilla de Azucarera Ebro acogió ayer con «preocupación» el anuncio del grupo Ebro Puleva. «La incertidumbre y el mal que se espera pueden ser peores que el mal real», informaron los miembros del comité intercentros.

Para paliar esta situación el consejero delegado de Azucarera Ebro, Eugenio Ruiz, se reunió ayer por la tarde en Madrid con responsables de las federaciones agroalimentarias de UGT y de CC OO para abordar el asunto. Según pudo saber LA VOZ, en ese encuentro Ruiz les transmitió tranquilidad y recalcó que se trata de un proceso a largo plazo, al tiempo que les confirmó las informaciones que ya se conocían por la prensa.

Sea como fuere, un portavoz de UGT se preguntaba ayer por qué se plantea vender este negocio, cuando Azucarera Ebro es una empresa «solvente, con una base económica muy fuerte». «Es la empresa rentable del grupo».

Otras fuentes sindicales ya planteaban ayer la necesidad de exigirle a la empresa garantías para el empleo, y para todos los acuerdos firmados durante este proceso de reestructuración.