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China mantiene la puerta abierta

Funcionarios del Gobierno chino se entrevistarán en los próximos días con un representante particular del Dalai (oficialmente siempre así, sin Lama). El corto comunicado de la agencia Hsinhua tiende a atenuar la importancia del encuentro, porque dice que'"funcionarios del departamento gubernamental correspondiente" recibirán a una suerte de enviado privado del líder tibetano. Pero, sea como fuere, la noticia es de peso y al Dalai Lama le mereció un comentario positivo congratulándose con lo que sugiere un cambio de actitud de Pekín.

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Y hay alguna cosa más en la mera presentación y su cuidadosa redacción, políticamente sopesada. Lo de Dalai tiende a desacralizar la función (es una palabra de origen mongol y significa océano y Lama sería maestro espiritual, para dar algo así como mar o maestro de sabiduría), pero sirve para que la agencia, totalmente oficial, diga que «la puerta para conversaciones se mantiene abierta ( )». Abierta siempre que la parte tibetana acepte condiciones leoninas que, a fin de cuentas, se resumen en una: que el diálogo no verse sobre la independencia del territorio. Aparentemente no hay objeción alguna por delante porque el Dalai no se ha cansado de repetir en los últimos años que no busca la independencia y sólo pretende más autonomía dentro de China donde, técnicamente, es ya una región autónoma.

El Gobierno chino ha esperado a que cesaran los disturbios en Tibet y terminaran o se atenuaran mucho las protestas suscitadas por el recorrido de la antorcha olímpica para anunciar su disposición a hablar con un enviado del Dalai Lama. Es el principio del cumplimiento de la condición tácita puesta por muchos líderes mundiales para acudir a la apertura de los Juegos Olímpicos: que se hable con el líder tibetano. Esta actitud es juiciosa y prueba que las manifestaciones han tenido eco en Pekín y dan resultados. Falta ahora conocer el alcance del diálogo apuntado y si es sólo un mero gesto táctico chino sin consecuencias reales. Bush dijo hace poco que el Gobierno chino debería hablar con el Dalai y «descubrirá que es un buen hombre que solo quiere autonomía y paz».