Grande de España
Ese es el título que por méritos propios ha conquistado el Getafe. Al ser un título honorífico, otorgado a raíz de las absurdas divagaciones de un cualquiera, puede que no suene tan bien como una Copa de la Uefa. Pero haber asistido a un recital futbolístico tan majestuoso como el ofrecido hace varios días por el conjunto azulón, a pesar de su trágico desenlace, es como aquel eslogan publicitario de una conocida marca de
Actualizado: Guardartarjetas de crédito: no tiene precio. Este obsequio para los sentidos futbolísticos ha sido, entre otros muchos méritos y cualidades, la gota que colmó el vaso, el paso previo a la concesión del calificativo de Grande, en mi modesta opinión. Grande por la lección de fútbol exhibida; por el derroche de fuerza y coraje realizados; por la palpable lucha y entrega mostradas; por la resistencia, fe y confianza ciega opuestas a la adversidad, a la hora de conseguir su objetivo, por no arrugarse, plantarle cara y ningunear a todo un campeón de Europa como el Bayern de Munich durante más de 115 minutos con un hombre menos. Y así podría estar toda la noche, correspondiéndole con alabanzas y piropos.
Porque aunque suene a tópico, estoy convencido de que el cuadro madrileño se ha ganado un huequecito en el corazón de los amantes del balompié de todo nuestro país. A nadie debe sorprender que la escuadra de Michael Laudrup se haya ganado la simpatía, afecto y admiración de todos los aficionados, y mucho menos, que la hazaña de sus pupilos pase a la historia del fútbol español, como bien vaticina el técnico danés. Una historia plagada de gestas similares a la del Getafe, de partidos para enmarcar que te mantenían pegado al televisor, como aquella final de UEFA protagonizada por el Alavés o aquellos duelos de la propia selección nacional frente a Malta o Dinamarca.
Nada más que añadir, simplemente felicitar a toda la familia getafense por el pedazo de equipo que tienen y desearle suerte de cara a la final de la Copa de Rey (Esperemos que a la tercera vaya la vencida). Pero sobre todo agradecerle lo sencillo y mágico a la vez que su club ha hecho que parezca el fútbol.
Fco. Javier Sánchez García. Cádiz
