Roca: «Ahora tengo que demostrar mi inocencia»

«Lo más importante que tengo que hacer ahora es demostrar mi inocencia. Tengo que defenderme, que es algo que no he podido hacer en dos años». Con esta declaración de intenciones abandonó en la tarde de ayer la prisión de Albolote (Granada) Juan Antonio Roca, ex hombre fuerte del Ayuntamiento de Marbella y presunto cerebro de la red de corrupción destapada con la 'operación Malaya'. Tras hacerse efectivo el pago del millón de euros de fianza impuesto por el juez, el ya ex presidiario salió de la cárcel con los zapatos relucientes. Y todo a juego: traje oscuro, camisa azul y sonrisa orgullosa. Con paso firme. «El riesgo de fugarme ya se ha disipado», dijo.

Roca salió eufórico y locuaz. Atrás quedaban los dos años y 16 días transcurridos desde su detención y el internamiento, primero en Alhaurín de la Torre y luego en Albolote, como principal imputado en el 'caso Malaya'. Se despidió de todo el personal de prisiones con el que se cruzó. Abrazos a diestro y siniestro. Manos alzadas hacia el corredor 11. «Cuando uno recupera su libertad, siempre está feliz». En cualquier caso, abandona dos años encerrado, «en silencio», para arrancar una campaña de lavado de imagen: «Tengo que defenderme. Durante este tiempo, el Ayuntamiento de Marbella, la Junta y la Fiscalía han estado vendiendo que soy la persona que tiene la culpa del 50% de los males que aquejan este país; el otro 50% es para Zapatero».

Roca, imputado también en el 'caso Saqueo', está procesado en 'Malaya' por los delitos continuados de cohecho, malversación, fraude, contra la hacienda pública, blanqueo de capitales como jefe de una organización, falsedad, tenencia ilícita de armas, tráfico de influencias y prevaricación, y contra la ordenación del territorio.

Posiblemente por ello es consciente del reto que tiene ahora en las calles de Marbella ante los vecinos que planean manifestarse contra su presencia en la ciudad y su recién pagada libertad. Derecho que le ha costado un millón de euros, una cantidad conseguida, según sostiene, gracias a las aportaciones que han hecho su familia y amigos.

El presunto cerebro de la red se refirió a la concentración contra su excarcelación convocada para el jueves por colectivos vecinales y partidos políticos de Marbella: «Entiendo que las personas que vayan a la manifestación, están en su derecho, un derecho fundamental. Pero también mi libertad es un derecho fundamental. Cuando hay dos derechos fundamentales que tropiezan violentamente uno contra otro tenemos que estar a lo que digan los tribunales. En este caso, el juez ha dicho que me pongan en libertad bajo vigilancia. Aquí estoy».

Además, el presunto cerebro de la trama recrimina a la Administración que «todas las diligencias de prueba que se han solicitado se han ido denegando sistemáticamente». Califica la instrucción de «totalmente parcial, cargada de irregularidades y con unos vicios de derechos fundamentales muy importantes».

Durante su alocución de diez minutos ante los medios, Roca insistió en la «desproporción» que ha habido a lo largo de todo el proceso: «Se ha intentado entrar en el Guiness con el procedimiento con mayor número de detenidos, más imputados, la fianza más alta, la responsabilidad civil más alta. Vosotros -sentencia, dirigiéndose a las cámaras- sois los testigos de la opacidad y desproporcionalidad del proceso».

En relación al desarrollo del procedimiento, Roca está «convencido» de que las conclusiones del caso están cambiando «gracias a las declaraciones aclaratorias de muchos imputados que por fin han podido manifestarse en libertad, sin coacción». Y continúa: «Porque el tema de la coacción con la prisión estaba en cualquier declaración. Mire usted, ya sabe cuál es el camino a la cárcel si no dice lo que nosotros queremos oír».

Antes de subir al coche que le llevaría directo a su piso de Marbella, Roca hizo hincapié en el «contraataque» con el que inicia una campaña de lavado de imagen de la que hará partícipes «constantemente» a la prensa. «Estamos en un estado de derecho y hay algunas cosas que tienen que salir a flote, como la presunción de inocencia y el derecho a que una persona no esté en prisión más tiempo necesario siempre que no esté juzgado y condenado».