BALCÓN. Uno de los bomberos extinguiendo el fuego. / A. VÁZQUEZ
CÁDIZ

Una vivienda de San Juan 27 sale ardiendo sin dejar víctimas

El fuego se originó en el tercer piso y afectó al colchón y al balcón de madera Los bomberos emplearon 500 litros de agua para extinguir las llamas

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Tres vehículos de bomberos y 500 litros de agua hicieron falta para extinguir el fuego que se propagó ayer en la finca ubicada en el número 27 de la calle San Juan, a las 13.13 horas. El incendio se originó en una cama del piso 3 A, por causas que se desconocen todavía, y afectó al colchón y al balcón de madera situado junto a este. El resto de la vivienda, que estaba vacía en el momento del suceso, se vió afectada por el calor y el humo. Los 16 vecinos de la finca tuvieron que ser desalojados como medida de precaución por espacio de una hora. «Me estaba duchando y me alarmé porque escuché gritos de fuego, fuego y el olor a quemado era terrible», explicaba en la calle Tamara Suarez, un joven que vive en el 2 D. A su lado, Carmen García Pérez, la residente del bajo B, aún no se recuperaba del susto. «Estaba en la calle dando una vuelta y cuando he llegado me he encontrado con esto, no sabía lo que había pasado. En esa casa viven dos hombres», decía al borde del llanto.

En el patio, Francisca Rubiales y varias vecinas más, todas ellas en bata, hacían corro para hablar sobre los sucedido. «Los bomberos nos han obligado a bajar», decía Cristina Rosales, la residente del 3 B, la vivienda colindante a donde se produjo el incendio. «Un joven que no conocemos fue tocando las puertas y avisándonos de que teníamos que desalojar la finca porque había un incendio», decía Francisca.

Espectacular

El incendio no se cobró víctimas y fue controlado en cinco minutos por los ocho bomberos que se desplazaron hasta la zona, pero fue «muy espectacular porque la ventana estaba abierta y las llamas salían por el balcón», afirmó el jefe de bomberos a este periódico. La principal dificultad fue encontrar la vivienda cerrada y con «muchos tiestos (muebles y basura)», según reconocieron los efectivos. Todo ello hace pensar que un nuevo caso de síndrome de Diógenes podría haber sido la causa de este nuevo incendio.

Una vez extinguido el fuego, los bomberos procedieron al saneado de parte del techo de la habitación siniestrada que, como consecuencia del calor y las altas temperaturas registradas, corría riesgo de desprendimiento. Una hora después, a las 14.30 horas, terminaron las labores de los bomberos y los 16 vecinos pudieron volver a sus hogares. La casa siniestrada quedó precinta por cuestiones de seguridad.

Hasta el lugar de los hechos se desplazó una dotación de ocho bomberos con tres vehículos, agentes de la Policía Local, Nacional y funcionarios municipales.

jmvillasante@lavozdigital.es