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El Tendedero | La justicia es un...

La justicia es un No sigo porque a quien ustedes saben la famosa frasecita le costó más de un disgusto; y porque además no estoy exactamente de acuerdo con esa afirmación. En cualquier caso, a muchos de nosotros se nos ha venido a la mente esa frase al saber de las negligencias judiciales que han tenido como consecuencia que un individuo que debía estar en la cárcel, al final sea el «presunto» asesino de la niña Mari Luz Cortés. Si conmoción social creó la desaparición de Mari Luz, mayor estremecimiento ha generado el hecho de saber que si el sistema judicial hubiese funcionado correctamente esta desgracia se podría haber evitado.

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El debate social está servido y hay quien pide desde un mayor endurecimiento de las penas para los pederastas, la castración o la cadena perpetua; lo que sucede es que un debate no se puede abrir cuando la sangre hierve, sino desde la razón y el sosiego. Aprendamos del padre de Mari Luz.

Los pederastas, como los violadores, siempre son los, nunca las, se trata pues de otra expresión más de la violencia de género; y es que aún nos queda mucho que recorrer en este asunto. Desde el momento en el que un hombre se arroga el derecho de disponer de la vida o la sexualidad de otra persona, haciendo valer su fuerza, su posición social o su superioridad por ser un adulto frente a un menor son los mecanismos de una educación ancestralmente machista la que está haciendo efecto. Si no cambiamos ese sustrato común a todas estas agresiones, si una sociedad no es capaz de cambiar ese código de conducta, con la contundencia de la ley en la mano, con la protección a las víctimas pero también con otros modelos y referentes masculinos, el camino a recorrer será mucho más largo y tortuoso. No digo que no pueda haber mujeres que sean capaces de maltratar a un menor o a un hombre, pero estos casos son excepcionales. Un endurecimiento de las penas puede que sea necesario, que el sistema de justicia funcione con agilidad y presteza en determinados tipos de delitos también, pero una mayor implicación de toda la sociedad es sin duda el principio del fin.