Opinion

Exigible mesura

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os graves altercados registrados ayer en la Audiencia Provincial de Huelva, cuando el principal acusado por la muerte de Mari Luz Cortés y su hermana fueron apedreados por varios cientos de encolerizados vecinos, reflejan que la correcta resolución de casos que provocan tanta ira social precisan de la máxima discreción y diligencia en las investigaciones, pero también de una imprescindible mesura en las reacciones posteriores. Las dudas que ha suscitado ahora la respuesta policial y judicial a la hora de ejecutar la condena que pesaba contra el imputado por abusar de su hija obligan a un mayor esfuerzo, si cabe, en el esclarecimiento de las circunstancias en que se produjo la muerte de Mari Luz y el arresto de su presunto responsable. Pero ese esfuerzo ha de ir necesariamente acompañado de la cautela de todos aquellos que ejercen funciones institucionales, porque lo contrario sólo alimenta reacciones descontroladas y dificulta a reparación judicial que precisa la familia.