El 40% de los jerezanos no cumple con las revisiones del gas

El desgraciado accidente que costó la vida el pasado sábado a tres personas de una misma familia en San Telmo ha desatado la polémica con respecto a la necesidad de establecer un mayor control sobre las revisiones y el mantenimiento de las instalaciones de gas. Según fuentes profesionales consultadas por este medio, alrededor del 40% de los hogares jerezanos que cuentan tanto con gas natural como gas butano no cumple con la obligación de revisar su equipo cada cuatro años, en el primero de los casos, y cada cinco, en el segundo.

Detrás de esta circunstancia, se esconden varios factores. Por un lado, hay usuarios que debido a una pura dejadez descuidan este tipo de previsiones, tan necesarias sin embargo para evitar problemas mayores. Otros prefieren dejar pasar la ocasión por una cuestión económica, aunque lo cierto es que la media de las revisiones está fijada en 60 euros. «Nosotros obligamos a mantener en buen estado las rejillas, pero cuando nos damos media vuelta, si entra el frío, cogen y las tapan en vez de arreglarlas. Porque muchas veces saben que hay que hacer una obra y no quieren gastarse el dinero».

Desde la Federación Andaluza de Instaladores del Gas recuerdan que los suministradores cuentan con un listado de clientes a los que mandan una carta recordándoles la necesidad de someterse a las revisiones, cuando se va acercando el momento. No obstante, la última palabra la tiene el ciudadano, ya que no se puede obligar a nadie a mantener su instalación en buen estado. «Una cosa es mandar una carta y otra es que quieran pasar la revisión, no se les puede forzar si ellos no quieren». Una vez que el usuario es consciente de que se ha cumplido el plazo fijado, debe ponerse en contacto con la compañía instaladora con el fin de concertar una cita con el técnico, algo que insisten «es responsabilidad del interesado, como pasar la revisión de la ITV».

Como han explicado las diferentes fuentes consultadas, con la nueva normativa, además de revisar la instalación, los técnicos están obligados a examinar el termo, cuya mala combustión puede provocar un fatal desenlace, como en el caso de la familia jerezana siniestrada recientemente. «El termo hay que cambiarlo cuando se estropee y revisarlo periódicamente, para asegurarse de que están bien colocadas las rejillas de ventilación, las gomas no están caducadas, etcétera. Luego se extiende un certificado que garantiza las buenas condiciones del aparato. En caso contrario, deberá comunicarse al usuario».

Aunque queda claro que la responsabilidad pertenece a cada uno, los profesionales también han querido hacer un llamamiento a las autoridades, para que se impliquen en el asunto y se logren evitar así desgracias mayores. «La Administración debería hacer más por este problema. Se tendrían que imponer medidas, porque además hay empresas que prestan estos servicios sin contar con todas las garantías, y mucha gente se ha aprovechado de este tema».

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