ESPAÑA

Matemáticas y Parlamento

El Sistema d'Hondt usado en España de reparto de escaños se cuestiona por no respetar el principio de igualdad

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LA proporcionalidad del sistema electoral español atiende a dos factores básicos, la división del territorio en 52 circunscripciones y el método d'Hondt. Los resultados de su aplicación son bien conocidos. Sin embargo, ¿a quién beneficiaría o perjudicaría si alguna de estas dos premisas desaparecieran?

En principio, quienes mayor ventaja obtienen de la norma de reparto actual por este sistema son los partidos mayoritarios, al tiempo que fuerzas como IU y las nuevas siglas UPyD son las que más lo sufren por no poder contar en el cómputo final con los votos que recaban en todas las circunscripciones del país.

No en vano, reformar la ley electoral por no respetar el principio de igualdad de los votantes ha sido siempre una de las principales reivindicaciones de estos dos partidos antes, durante y después de la campaña, hasta el punto de que IU ha presentado dos denuncias contra ella en un juzgado de Sevilla y en otro de Málaga.

Por ejemplo, con un reparto directamente proporcional al porcentaje de votos obtenidos por cada partido, el arco parlamentario variaría sustancialmente.

Así, al PSOE, que obtuvo el 43,63% de los votos y 169 diputados, le corresponderían 16 diputados menos (exactamente 152,705) y al PP, que con el 40,10% logró 154, 14 menos (140,350).

Del lado de los agraviados, Izquierda Unida pasaría de integrar el grupo mixto con dos diputados y el 3,8% de los votos a ocupar 13,3 asientos en la Cámara Baja, y UPyD con el 1,2% y un representante multiplicaría su fuerza hasta los 4,2. Este cálculo, frente a la creencia popular, no perjudicaría en exceso a los partidos nacionalistas, que, incluso, como en el caso de CiU, ERC y el BNG aumentarían un escaño cada uno, y otras formaciones como la Coalición Andalucista o Eusko Alkartasuna tendrían un hueco en la Cámara.

Acceso al reparto

Una alternativa más es aplicar el método d'Hondt en una circunscripción única para toda España sin tener en cuenta el mínimo del 3% de los votos que exige la ley electoral para acceder al reparto.

De esta manera, los 169 diputados que consiguió el PSOE el pasado domingo se quedarían en 161 y la bancada popular se reduciría de los 154 escaños logrados en las urnas a 147. Nuevamente IU y UPyD saldrían fortalecidos con esta cláusula. La federación liderada por Gaspar Llamazares se convertiría en la tercera fuerza parlamentaria con 14 escaños, y el partido de la ex eurodiputada socialista Rosa Díez en la quinta -tras CiU- con 4.

En la misma línea que en el cálculo anterior, si los asientos del Congreso de los Diputados se repartieran en circunscripción única, CiU, ERC y el BNG ganarían sendos escaños. CiU pasaría de los 10 que obtuvo el domingo a 11, ERC de 3 a 4 y el BNG de 2 a 3; Coalición Canaria seguiría manteniendo sus dos asientos y tan sólo el PNV y Nafarroa Bai rebajarían su presencia en el hemiciclo en el Congreso de los Diputados, ya que disminuirían de 6 a 4 diputados, en el primer caso, y perderían su representación en el segundo.