SUSTANCIAS. Los más jóvenes se decantan por el hachís. / AP
Jerez

La atención a menores en Proyecto Hombre crece un 66% en cinco años

La institución prestó asistencia a 93 adolescentes en 2007 frente a los 32 de 2002 El consumo de heroína también aumenta

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Proyecto Hombre ha alertado de un fenómeno preocupante que se está extendiendo de forma peligrosa durante los últimos años: el de las adicciones entre los menores. Desde 2002, se ha incrementado en un 66% la asistencia de estos jóvenes a la organización, en busca de asesoramiento, ayuda y en el peor de los casos tratamiento de su enfermedad. Durante el citado año, fueron 32 los chavales que acudieron a Proyecto Hombre con esta problemática, mientras que en 2007 la cifra ha alcanzado los 93.

El presidente del colectivo, Luis Bononato, ha expresado su preocupación al respecto, ahondando en un problema con unas raíces mucho más profundas de lo que pueda parecer en un principio. «Vemos que a nivel familiar las situaciones de falta de respeto y fracaso escolar son muy fuertes, lo que influye en este tipo de conductas. Nosotros desde aquí recomendamos que se estudie el tema de la autoridad, tanto en el ámbito escolar como en el de la familia».

Los chicos de estas edades que se tratan pueden ser incluidos en dos grupos diferentes. En el primero de ellos, se atiende a los que presentan grandes problemas de comportamiento, lo que conlleva un cierto riesgo de consumo futuro. En el segundo caso, se incide ya en el consumo de sustancias, centrándose sobre todo en el hachís. Existe un tercer grupo de tratamiento, aunque ya orientado a jóvenes más mayores, de 18 años en adelante, que están inmersos en el mundo de la cocaína, y que a menudo son sometidos a diversas terapias en compañía de sus familiares. Aparte de lo anterior, existe la posibilidad de acogerse al programa de reforma juvenil, por el que los menores cumplen un determinado tratamiento ambulatorio, habiendo sido remitidos al centro por orden judicial.

En lo que respecta al consumo de sustancias en sí, Bononato advierte que también se están produciendo ciertos cambios en dirección a una mayor utilización de la heroína, que hasta ahora permanecía en un segundo plano. «Lo que más consumen los jóvenes es cocaína, pero se espera que vuelva el consumo de heroína. Consumidores exclusivos de ésta hay actualmente muy pocos, pero sí que se empiezan a detectar los de cocaína y heroína a la vez». En este sentido, el experto ha confirmado que la Policía está advirtiendo de la entrada importante de decomisos de heroína en España, sin olvidar las plantaciones de opio de Afganistán «a las que habrá que darles salida». Un fenómeno que amenaza con afianzarse, y que ya se está dejando notar en otros países vecinos como Italia.

Otro aparte merecen las adicciones a las nuevas tecnologías, algo que se está implantando de forma progresiva en la sociedad del consumo. Aunque Proyecto Hombre aún no cuenta con un programa específico para ello, por lo que derivan a los afectados a otros similares, Bononato sí ha reconocido que se trata de una adicción «silente, que aún no ha salido», pero que no tardará en dar la cara.

En la actualidad, la organización atiende a unas 126 personas, repartidas entre el programa base, el proyecto joven y el programa de apoyo contra la cocaína. A pesar de que todas las problemáticas son importantes, el presidente quiere destacar especialmente lo relativo a los menores, lanzando un mensaje a sus progenitores.

«Ya no tiene autoridad la persona adulta. Antes los chicos se avergonzaban si hacían algo malo, pero ahora no. Hoy en día no existen referentes en la sociedad de consumo, lo que quiero lo tengo y además lo tengo ya. Por ello debemos pasar más tiempo con los hijos y ver cómo responden. Hemos pasado de un modelo autoritario a uno donde se dialoga, que está muy bien, pero algunas veces hay que decir que esto se hace y punto, y hay que posicionarse con los hijos».

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