«No sé si la mía será una ruptura definitiva»

Usted se parece mucho a una chica muy guapa que suele salir por la tele. Déjeme pensar... Sí, sí. Es usted clavada a la hija de Cari Lapique. ¿Nunca se lo han dicho?» La anécdota le ocurrió hace poco a Carla, la hija menor de Cari Lapique y Carlos Goyanes, en Madrid, cuando se disponía a vender un piso. Agente inmobiliaria en el negocio de sus padres y modelo ocasional, Carla ha encontrado ese equilibrio entre el anonimato y la fama que estaba buscando. Aunque a veces su nombre vuelva a ponerse de moda por algún asunto del corazón, como la reciente separación de su novio.

-¿El año no ha empezado bien?

-Sí, sí. Estoy llena de proyectos profesionales y preparando la boda de mi hermana con mucha ilusión.

-¿Participa en los preparativos?

-En lo que ella me deja, porque tiene las ideas muy claras. Lo que pasa es que sabe que a mi madre y a mí nos hace ilusión ayudarla. Para el traje ya la hemos acompañado a Barcelona, a Pronovias, y hemos estado viendo todo tipo de telas, formas, caídas. Es más complicado de lo que pensaba.

-¿Lo tiene ya elegido?

-Tiene una idea del estilo que quiere, pero va a esperar un poco para decidirse, porque se ha puesto a régimen, más por salud que por otra cosa, ha perdido ya un montón de kilos y se propone seguir. Mi hermana está más proporcionada que yo y es mucho más guapa, pero tiene tendencia a engordar.

-¿Cuándo será la boda?

-El 26 de julio. Todavía estamos discutiendo con ella si va a hacer el catering...

-¿El de su propia boda?

-Sí, mi hermana es de esos que han nacido con las cosas claras y, como tiene su propia empresa de catering, está empeñada en encargarse del banquete de su boda. Dice que confía plenamente en su equipo y que nadie puede hacerlo mejor.

-¿Ya tiene usted el vestido?

-Me lo voy a hacer con Jorge Vázquez y estoy en ello. Ya he elegido el color. Creo que va a ser un gris plateado. A mí hermana le gustaría que yo fuese de largo. Pero supongo que en plan medio hippy, porque es Ibiza.

-¿El padrino será su padre?

-Sí. Aunque para hacerle rabiar a mi hermana ya le está diciendo que en Ibiza en esa fecha hará mucho calor y que no piensa ponerse el chaqué... Es que Caritina está tan tranquila que ya no sabemos cómo ponerla nerviosa.

Con cabeza

-¿Le ha contagiado su hermana las ganas de casarse?

-No. No tengo ni más ni menos ganas de casarme que antes. Siempre he dicho que cuando encuentre a la persona adecuada y se den las circunstancias, con cabeza, sí que me encantaría casarme. Además quiero ser madre joven, pero aún tengo 24 años.

-Y acaba de romper con Félix, su novio...

-De eso prefiero no hablar, porque son temas muy delicados. Quizá ahora le digo que sí, y mañana que no. Por eso prefiero no dar explicaciones.

-¿Están en una especie de impasse?

-Algo así...

-Su hermana dijo muy espontánea ante las cámaras que ustedes siempre están «peleándose y despeleándose».

-Bueno, tampoco es para tanto.

-¿Podría haber arreglo?

-Sí, podría. Por eso prefiero no confirmar nada. Las cosas al final se ven con el tiempo. Y no quiero decir algo que luego no se cumpla y me deje como una mentirosa. En todo caso, tener que contarle a España algo tan íntimo se me hace raro.

Los amigos de verdad

-Y lo es. Pero recuerde lo que pasó cuando salió con Fran Rivera...

-Ahí me di cuenta de quiénes eran mis amigos de verdad y quiénes no. Me llevé decepciones, pero también sorpresas agradables. Al final de todo eso te quedas con que quien tiene que saber la verdad la sabe y es lo que importa.

-También entonces fue muy discreta.

-Decidí irme a París para que dejaran de hablar del tema. Allí estuve en una universidad buenísima, conocí a gente estupenda y lo pasé fenomenal. A la vuelta, todo se fue tranquilizando.

-¿Le pide consejo a su madre?

-No, no. Estos temas para mí son totalmente tabú. Yo en estas cosas tomo mis propias decisiones y no hablo de ello ni con la familia. No me gusta ni que me pregunten sobre el tema. Es algo muy mío. Las relaciones de pareja son de dos personas.