«Si la película no funciona está bien tener en la tele una red de seguridad»

Katherine Heigl es una de las actrices de moda gracias a la televisión. Su papel en Anatomía de Grey' la serie que en España emite Cuatro, la ha colocado en un puesto privilegiado en la pequeña pantalla estadounidense, pero el hospital no le impide a la guapa y rubia doctora Izzie Stevens, abrirse un hueco en el cine, gracias a la comedia romántica.

A pesar de su juventud, 29 años, Heigl lleva diecisiete actuando. Precisamente su debut se produjo en la gran pantalla, aunque al no tener mucha suerte, se pasó a la televisión. Triunfó con el título de ciencia ficción Roswell y su gran oportunidad ha sido Anatomía de Grey, que, además de fama y dinero, le ha dado un Emmy y una nominación al Globo de Oro.

Ayer visitó España para promocionar su nueva película 27 vestidos. Se mostró sorprendida por el éxito de Anatomía..., que ya está en su cuarta temporada y vendió su trabajo. «Como espectadora y como actriz, me atraen muchísimo las comedias románticas, porque te permiten escapar de la realidad y abandonarte a la fantasía. Es un género que siempre usa la misma fórmula y tiene final feliz, pero es lo que me ofrecen y lo acepto. Hay grandísimas actrices en este género: Julia Roberts, Meg Ryan y Reese Witherspoon, a las que me gustaría imitar. Ahora estoy en ese camino, pero en el futuro me gustaría hacer otras cosas, dramas», declaró.

Recientemente casada con el músico Josh Kelley, Heigl reconoció que hasta no hace mucho era como la protagonista del filme, una muchacha que ejerce de dama de honor en 27 bodas.

«Hay muchas mujeres parecidas al personaje. Yo misma me preocupaba más por los demás que por mí, aunque en la película todo es exagerado porque se trata de entretener. Me gustó la evolución del personaje», explicó la última heroína de las comedias románticas.

Con proyectos cinematográficos -es la futura protagonista de The Ugly Truth, otra comedia, esta vez sobre la guerra de sexos-, la doctora Izzie comentó que la televisión actual «es muy distinta a cómo era cuando empecé. Antes era la hermana pobre, los actores estaban como un peldaño más abajo que los que hacían películas. Pero hoy hay un material muy rico para interpretar en televisión. Mi idea es continuar en los dos medios y coger lo mejor de ambos. Una serie te da popularidad y estabilidad, mientras que en el cine arriesgas más y, si la película no funciona, está bien tener tu show televisivo, tu red de seguridad», sentenció.

Ávida lectora, según sus palabras, la actriz, que se rinde ante los guiones con diálogos «honestos y graciosos», espera que su tirón televisivo sirva para llevar a la gente al cine.

Dejar la serie

«Como espectadora, cuando voy al cine y veo a mis estrellas favoritas de la televisión en un papel fuera de su entorno habitual y con otros compañeros, pues me resulta raro. Por eso, temo que mis fans sólo me vean como la doctora Izzie y no me acepten en otros papeles. No me veo tres años más haciendo este rol, lo que no significa que vaya a dejar la serie a la que le debo todo. Es una decisión difícil de tomar que, por ahora, dejaré en manos del destino. Voy a aprovechar las oportunidades que me den y hacer mi trabajo lo mejor posible», dijo.

Dentro de unas semanas, Heigl regresará al plato de Anatomía de Grey, una de las producciones más afectadas por la huelga de guionistas, colectivo que acaba de alcanzar un acuerdo para poner fin a tres meses de paro. «Los actores nos hemos identificado mucho con los escritores porque también queremos participar en los beneficios de nuestros trabajos distribuidos en Internet y en los nuevos medios. Incluso se habla de ir a la huelga en junio, espero que se solucione sin tener que llegar a la movilización».