La actuación arbitral deja una mala resaca en la plantilla azulina

Ni 24 horas pasaron y los jugadores del Xerez tenían que ponerse de nuevo el mono de trabajo. Los azulinos pasaron una mala noche y ayer seguían dolidos por la derrota sufrida en casa ante el Numancia. Por la derrota, pero sobre todo por la nefasta labor del trencilla del encuentro, el murciano Martínez Franco. Dos capitanes del Deportivo como Moreno y Yordi, así como un recién llegado como el canario Aythami ,desvelaron el sentir de un vestuario que intenta pensar de manera exclusiva en el Sporting.

«Estamos digiriéndolo mal», manifestaba Vicente Moreno, que reconocía que «han pasado pocas horas y todavía estamos bastante fastidiados, pero no queda otra, hay que levantarse y seguir peleando». Honesto el capitán azulino, al igual que el máximo artillero de la división de plata. El isleño Yordi, tras muchos años como profesional en el fútbol, reconocía que «no recuerdo salir de un campo con las sensaciones que tuve ayer (por el domingo). El árbitro influyó mucho en jugadas decisivas, faltas en nuestra contra que no pitaba en la primera parte y en la segunda que pitaba cualquier acción tonta a nuestro favor cuando ya se había cargado el partido por completo, o el linier que no le ayuda en nada con el penalti y la expulsión de Marco Navas».

De esta manera, es lógico que el plantel azulino amaneciera ayer «muy fastidiado» por todo lo que sucedió durante el partido, pero «sobre todo por el resultado que al final es lo importante, tres puntos que se nos escaparon y la sensación que se te queda al final del partido de amargura, por cómo se produjo», tal y como declaraba el delantero del Xerez.

«Fastidiados y dolidos»

Y de dos veteranos a un novato en esto del fútbol. El joven Aythami no podía esconder el malestar y manifestaba que «estamos bastante fastidiados porque lo intentamos, pero cuando el rival ya tiene una ayuda extra no se puede hacer nada. Nos quedamos doloridos, pero tenemos que analizar todo el partido, las cosas buenas y las cosas malas, para que no vuelvan a suceder».

Para el zaguero grancanario, uno de los más destacados dentro de la mala actuación del equipo frente al Numancia, «el vestuario ha amanecido jodido porque la situación no es buena y perdemos dos hombres para el siguiente partido, pero sólo nos queda trabajar». Y es que el trabajo parece ser la panacea para los xerecistas.

Olvidar y trabajar

Pese a la dolorosa derrota, los jugadores de Casuco saben que sólo les queda trabajar y olvidar si quieren conseguir algo positivo este sábado en El Molinón. Al menos así lo confesaba Yordi, que comentaba que «ya sólo nos queda pensar en el siguiente partido y seguir trabajando a tope para llevar esta hacia delante». Para el atacante, el encuentro ante los gijoneses será complicado al estar el conjunto asturiano en la zona alta de la tabla, al igual que el Numancia.

Sin embargo, Yordi matizaba que «ante todo un Numancia quedarse con dos jugadores menos en el campo pone las cosas imposibles. Corrimos y trabajamos todo lo posible, pero nos fuimos de vacío y es una pena».

De la misma idea es Aythami, que también reconocía que el Xerez mantuvo al conjunto soriano a ralla cuando no sufría inferioridad numérica: «Antes de quedarnos con nueve futbolistas teníamos la portería a cero y habíamos elaborado alguna jugada de peligro. Lo que pasa es que ellos están arriba en la tabla y van a cada acción con mucha confianza. Si a eso le sumas la ayuda arbitral la cosa se complica aún más».

A todo esto, los números dictaminan que el Xerez lleva cuatro partidos consecutivos recibiendo tres tantos en su propio feudo. A los jugadores le tiemblan las piernas en Chapín, un inconveniente a la hora de hacer del municipal jerezano un fortín.

El valor de la afición

El propio Yordi reconocía que «hay que corregir eso. Llevamos cuatro partidos consecutivos recibiendo tres goles en casa y eso no puede ser». Para el delantero «la afición estuvo de diez, animando y dándonos el mensaje de que están con nosotros y juntos vamos a pelear para salir de abajo».

De la misma idea es Vicente Moreno, que comparaba la actuación de la afición en este pasado encuentro con lo acontecido tras la derrota sufrida ante Las Palmas: «La afición nos dio una lección grandísima, y hace que uno se sienta con mucha más deuda hacia esa gente y a diferencia del partido ante Las Palmas, hace que tenga más ganas de pelear por ellos. Hay que quitarse el sombrero, te sientes fatal por ti y por ellos, y hay que darles las gracias y decirles que seguiremos peleando por ellos».

De esta manera, los jugadores del Xerez Deportivo van pasando poco a poco la resaca de una dolorosa derrota. Unas malas sensaciones cuyo único antídoto sería una victoria en El Molinón este sábado ante el Sporting.

bfernandez@lavozdigital.es