Cádiz C.F.

Los números traicionan a Calderón

El Cádiz está a los mismos puntos del ascenso que cuando se marchó García Remón, al igual que le pasó a Jose con Oli

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Ya no hay excusas. La tan recordada rémora que dejó García Remón y que Calderón no deja de recordar ha desaparecido. Los números del entrenador cadista 17 partidos después de que tomara el mando del equipo no son tan dignos como para achacar nada a la trayectoria que llevó el once cadista bajo la dirección del técnico madrileño. Y qué mejor prueba para demostrarlo que echar un vistazo a la clasificación del equipo en la novena jornada -que coincide con la marcha de García Remón- con la clasificación actual. Si se hace, se podrá ver que el Cádiz de Calderón se encuentra en el mismo puesto (15º) y a la misma distancia en puntos con respecto a los puestos de ascenso (9) que a principios de octubre.

Pero estos datos, pese a lo que pueda pensarse a bote pronto, coinciden en mayor medida con los que en su día consiguió el otro apagafuegos del año pasado. Jose González, tras 17 partidos en el banquillo, tampoco logró ese efecto revulsivo que se busca cuando se destituye a un entrenador. En su caso, cogió a un equipo herido en juego aunque no tanto en puntos. Aquella vez, y tras la dolorosa derrota en El Molinón (5-4), el Cádiz se encontraba situado a ocho puntos del ascenso pero con mayor tiempo de reacción para un entrenador que conocía bien la cocina en donde se metía.

Comparativa fría

En una comparación fría tras 17 jornadas entrenadas por ambos técnicos, sería Jose el hipotético vencedor a los puntos tras sumar 29 puntos de 51 posibles mientras que Calderón tan sólo ha podido conseguir 23.

Pero sería injusto con Calderón hacer esta clasificación sin analizar antes las circunstancias de un año y otro. En primer lugar, el Cádiz que coge Jose González cuenta con una plantilla recién llegada de Primera y repleta de jugadores con ofertas de equipos de la Liga de las Estrellas. Además, dicha plantilla se vio reforzada en el mercado invernal con la llegada de Pablo Hernández, que con Sesma en la otra banda daba al Cádiz otro aire. Y como no, a Jose no se le toca el equipo y retiene a Lucas Lobos, auténtico valedor de los proyectos de ascenso que vendió la directiva cadista. No hay que tener mucha memoria para recordar que el final del año 2007 lo recordará Calderón por perder al jugador en el que descansaba todo el juego de ataque del once cadista. Lucas Lobos se iba a México y con él saltaba por los aires un sistema al que el entrenador cadista se había encomendado para devolver la coherencia al fútbol del equipo. En este capítulo también aparece la salida de Pavoni, teórico sustituto de Lobos en la media punta. No obstante, poco o nada de culpa tiene en esta marcha el presidente debido a que el chivo no estaba contando para Calderón y fue éste quien dio luz verde para que Pavoni se fuera a Grecia a luchar por la UEFA.

Y como no. Al problema más grande al que tuvo que enfrentarse Calderón no fue otro que la situación de vacío de poder en el club que se encontró a su llegada. Era irremediable que la crisis institucional que vivió la entidad afectara a un vestuario que estuvo cerca de dos meses sin saber a que atenerse aunque intentado cumplir con sus obligaciones en el campo.

Inconvenientes

Otro inconveniente que se está encontrando Calderón es gestionar un vestuario que ha visto multitud de entradas y salidas en el mercado invernal con todo lo que ello supone.

En cambio, el ambiente que rodeó el regreso de Jose González a la disciplina cadista era bien distinto. Su llegada sirvió de acicate para jugadores que con Oli no estaban cómodos como pudo ser el caso de Vella. Además, en un inicio, Jose se preocupó por impulsar este buen ambiente y no tuvo problema alguno en resolver las rencillas que en su día mantuvo con Armando por el bien del vestuario, donde el ahora portero del Athletic de Bilbao era un peso im-portante. Pero los resultados fueron cambiando este buen rollo al mismo tiempo que el entrenador ex cadista se encontró con un fuego cruzado de declaraciones entre él y sus futbolistas a cuenta de unas declaraciones en las que decía echar en falta a jugadores del carácter de Oli o Suárez.