El optimismo de la fe

Reflejar la vida de un hombre extraordinario es, a veces, complicado. Encontrar recursos literarios para explicar cómo vivió, sus méritos y, sobre todo, su manera de vivir se convierte en una tarea difícil. Sin embargo, el gaditano Pedro Miguel Lamet ha conseguido plasmar la figura del padre Arrupe y enseñar al mundo la personalidad de un hombre bueno. Lamet, jesuita como Arrupe y hermano de la Cofradía de Afligidos, ha utilizado su condición de periodista para transmitir al lector sus vivencias personales con el sacerdote que nació hace 100 años en Bilbao y que vivió momentos muy complicados durante su vida, como su enfrentamiento con la Iglesia y, en concreto, con el Papa Juan Pablo II.

Pedro Miguel Lamet asegura que «la poesía, incluso en una conferencia, puede ser la única forma lingüística de transmitir lo que sientes y las experiencias que te han transmitido, como lo hizo durante 20 días, a diario, el padre Arrupe cuando ya estaba muy enfermo».

El jesuita gaditano destaca del padre Arrupe «su manera de vivir la fe, con optimismo, con esperanza y con compromiso con la sociedad. Su doctrina defiende vivir la fe con alegría, siempre diciendo que sí, sin embargo vivimos en una sociedad que está apelada por las prohibiciones y con el no a todo».

Al respecto, Lamet asegura que «estamos viviendo un momento difícil para la fe. La sociedad actual ha provocado que consumamos cosas con placer inmediato. Sin embargo la fe nos obliga a preguntarnos el sentido de la vida. La felicidad no nos la proporciona una determinada marca de coche, por ejemplo, sino la esperanza y la inquietud de descubrir el misterio oculto. Si este problema le unimos el fanatismo de algunos miembros de la Iglesia y olvidamos el trabajo que realizó el obispo Tarancón -lo que yo llamo taranconismo- no encontramos el enfrentamiento entre las dos Españas».

El jesuita aseguró que el «fallo de la Iglesia actual es relacionar un partido político con la Iglesia, cuando ninguno se adecua a la verdad del Evangelio. Ningún partido político es el partido político de Dios, y me parece un error que la Iglesia española defina al Partido Popular como el partido de Dios. Las ideas políticas son muy diferente a la fe».

Hoy, a las 20 horas, Pedro Miguel Lamet hablará sobre la figura del padre Pedro Arrupe en el salón de actos de Unicaja, en la calle San Francisco número 20.

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