REPLETO. El Oratorio se llenó en el homenaje al político socialista. / ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

Con el objetivo en la libertad

Al año de su muerte, familiares y amigos de Eduardo Pérez Avivar le rindieron un homenaje en el Oratorio de San Felipe

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Cosas del destino. El futuro Faro de las Libertades -anunciado hace una semana como el símbolo del Bicentenario- y curiosamente captado por el objetivo de Eduardo Pérez Avivar hace más de un año, fue una de las imágenes que ayer presidió el homenaje que amigos y familiares rindieron a este socialista gaditano en el Oratorio de San Felipe Neri. Y fue Libertad, en los acordes de Angel Corpa -fundador del grupo Jarcha- lo que sonó en el templo, con canciones que trasladaban al recuerdo de la transición y a los primeros años de la democracia, donde Tato -como le llamaban sus más allegados- jugó un papel destacado en las filas del Partido Socialista Popular (PSP).

Al año de su muerte, su mujer, Santos, y sus hijas, María y Elena, contenían la emoción por las muestras de cariño de la familia socilialista, representada en toda la plana mayor del PSOE de la provincia y en militantes de base que conocieron y compartieron horas de trabajo con Pérez Avivar.

El escenario del homenaje no podía ser otro que el Oratorio San Felipe Neri, un lugar muy vinculado a su infancia -estudió en el colegio marianista- y el espacio que él defendió ante su partido para convertirlo en el 2012 en el Memorial de las Libertades. No pudo ser, pero ahí quedó, como referente de su lucha «por las cosas de Cádiz», que tanto le gustaban. Fue su cuñado y amigo, Luis Pizarro -secretrio de Organización regional del PSOE- quien le dedicó unas palabras y recordó su labor al frente del partido. De él dijo que era un hombre «metódico, ordenado y un socialista responsable», que «defendía las cosas con mucha pasión». No ocultó sus enfrentamientos en más de una ocasión porque, como luego reconoció su hija María, «mi padre era un poco cascarrabias». Pizarro destacó el coraje de Tato a la hora de defender su ciudad: «Sentía mucho la apatía y trabajó siempre con ahínco en los programas electorales municipales, con proyectos para reactivarla».

En algún momento de la intervención, Pizarro -que conoció a Pérez Avivar con 24 años- se emocionó recordando anécdotas vividas en las campañas electorales y en el día a día del partido desde 1979, cuando Tato dejó el PSP para militar en las filas del Partido Socialista.

Fue su hija María la que se encargó de detallar la faceta más humana de un padre amante de su mujer y sus niñas, al que le gustaba la fotografía -retratar su ciudad, balcones, el puerto, la playa, la Alameda....-, la cantante Merche y que se «sentía joven mientras no le superasen las nuevas tecnologías», que dominaba como un virtuoso del USB.

Licenciado en Ciencias Químicas, su hija destacó también sus «firmes ideales» y cómo siempre les inculcó a ella y a su hermana «hacer que las cosas fueran mejor». Una ovación, con el templo en pie, cerró el acto, no sin antes recordar con acordes las Habaneras de Cádiz, en la cuna de la libertad.