NORMALIDAD. La central eléctrica pocos minutos después del suceso funcionaba con normalidad. / A. R.
ARCOS

La explosión de unas bombonas de hidrógeno obliga a desalojar la central eléctrica de Iberdrola

El suceso no provocó víctimas personales ni afectó a equipos materiales importantes, según la compañía Los ecologistas recuerdan que la instalación se encuentra «muy próxima» a un núcleo urbano

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Central de Ciclo Combinado de Arcos de la Frontera, propiedad de la compañía eléctrica Iberdrola, fue ayer escenario de una explosión que puso a prueba las medidas de seguridad de la misma. Dicha deflagración tuvo lugar en los viales externos de la central, mientras se realizaba una maniobra de sustitución de bombonas de hidrógeno, provocando el incendio del vehículo con el que se estaban realizando las maniobras, una carretilla elevadora, «lo que ha originado una densa humareda», apuntas fuentes de la propia compañía eléctrica. Afortunadamente este suceso, que se produjo a las 14.10 horas, no ha producido daños personales y, en principio, tampoco «ha dañado equipos importantes», apuntan las mismas fuentes, a pesar de que al cierre de este periódico no se habían evaluado todos los daños materiales.

Miembros del Consorcio provincial de Bomberos, de los parques de Arcos y Jerez, intervinieron en las labores de control y extinción del citado incendio. A su llegada a la central, personal de la misma intentaban controlar el incendio, que afecta a varios de los módulos de botellas de oxígeno. Estos módulos se encuentran al aire libre y cuentan con unas 25 botellas cada uno, de aproximadamente 200 litros de capacidad. Los bomberos atacaron las llamas, contando con Equipos de Respiración Autónoma, con agua y mangueras de 25 milímetros. El incendio fue controlado en unos 10 minutos, tras lo cual se procedió a llevar a cabo las tareas de extinción. En total, han empleado unos 5.000 litros de agua y se han visto afectados cuatro módulos -unas 100 botellas-. A las 14:45 horas quedaron completamente extinguidas las llamas.

Media docena de bomberos, de los citados parques, participaron en la labor de extinción, junto a una dotación compuesta por un vehículo rural, un apoyo logístico y un vehículo de mando.

La compañía eléctrica considera que el Plan de Autoprotección de la Central ha funcionado «perfectamente» y los medios técnicos y humanos también «han respondido correctamente». Dicho plan obligaba a la evacuación de la central y pocos minutos después de la extinción se volvió a la normalidad y los trabajadores, unas cuarenta personas, volvieron a ocupar sus respectivos puestos.

Por último, la compañía asegura que el incidente no ha tenido ninguna repercusión al exterior ni ha afectado a la seguridad del sistema eléctrico y suministro a clientes.

Ecologistas

El representante de Ecologistas en Acción en Arcos, y miembro de la Plataforma No a las Térmicas, Luciano Lozaño se congratuló porque «el incidente no haya sido mayor y no haya provocado víctimas personales». No obstante, considera que con el mismo «se demuestra que la Central supone un riesgo elevado para los núcleos de población que están cercanos».

Al respecto, asegura que la ley impide que estas instalaciones se ubiquen a menos de 2.000 metros de núcleos urbanos y, en el caso de la central arcense, «se encuentra a 945 metros del núcleo rural de La Vega de los Molines», sentencia Lozano.

sierra@lavozdigital.es