OPERACIÓN. La venta de las 14 marcas podría haber rondado los 40 millones de euros. / L. V.
Jerez

Osborne sólo está obligada a mantener el acuerdo con Beam Global hasta 2010

El comité de empresa de la antigua Domecq se reunió ayer con su dirección

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La operación de compra-venta de las marcas de la antigua Domecq culminó el pasado martes con el anuncio conjunto realizado por la hasta entonces propietaria -la multinacional francesa Pernod Ricard- y la compradora -el Grupo Osborne-, con el que se ponía fin a las especulaciones en torno a una operación cuyo coste podría estar valorado en torno a los 40 millones de euros.

Sin embargo, con la adquisición por parte de la marca del Toro de 14 de los productos del catálogo clásico de Domecq no se ha puesto fin a la incertidumbre que este proceso puede provocar en la plantilla de bodegas Beam Global, actual propietaria de las instalaciones de aquella casa y que continúa realizando la producción de esos vinos y brandies.

Y es que, aunque el acuerdo al que llegaron Pernod Ricard y Osborne incluía condiciones como la de que la elaboración de estos 14 productos seguiría en manos de Beam Global, la misma dirección de esta empresa dejó claro ayer a sus representantes sindicales que sólo se seguirá encargando de producir las marcas que hacen actualmente hasta 2010. De esta manera, se confirma que no hay ninguna obligación de mantener el contrato de envasado y producción de forma indefinida.

De este modo, mientras la directiva del Grupo Osborne mantenía ayer reuniones para planificar su futura estrategia en torno a los nuevos productos que formarán parte de su catálogo, en Beam Global la plantilla también exponía sus inquietudes a la dirección quien, según algunas fuentes sindicales, había vuelto a trasladar un «mensaje de tranquilidad».

Según estas fuentes, los responsables de recursos humanos de la empresa les explicaron el contenido del acuerdo «y nos han dado la garantía y la tranquilidad de que el empleo no se va a ver afectado y no habrá ninguna reestructuración de la plantilla».

Para Beam Global, «se va a mantener la situación tal y como está actualmente, y sólo habrá un cambio de propietario, pero la actividad seguirá como hasta ahora».

Sin embargo, y pese a que la dirección les apuntó que el acuerdo que acaba en 2010 podría prorrogarse, lo que dependería de que a Osborne le compensara mantener allí su producción y no trasladarla a instalaciones propias, este medio ha podido saber que en la plantilla sigue reinando la desconfianza.

En este punto, algunas fuentes consultadas apuntaban ayer que «no tenemos claro lo que va a ocurrir, porque el acuerdo no es por tiempo indefinido, y tal como hace dos años nos dijeron que las existencias eran nuestras y ahora parece que no lo son, ahora tampoco nos fiamos».

Por eso, el día 7 de febrero el comité de empresa tiene previsto una reunión con la dirección de Beam Global para pedir más información y saber si esta operación incidirá finalmente en el empleo.

En este punto, algunas voces del Marco insisten en que los planes que el Grupo Osborne tenga para las nuevas marcas que ya son de su propiedad -y de los que podría informar estos días- pueden ser fundamentales para mantener estos puestos.