AL MILÍMETRO. Rudolf Giuliani mira su reloj mientras desayuna en una cafetería de Florida. / AFP
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Jubilados y militares se vuelcan en Florida para despejar el liderazgo republicano

«Quien gana este estado ganará la nominación», afirma Giuliani, que se juega muchas de sus posibilidades de llegar a la Casa Blanca

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Alrededor del 40% de los electores de Florida ya había votado antes de que ayer se abrieran las urnas. Es una de las muchas peculiaridades de un estado clave para ganar la Casa Blanca que en el año 2000 mantuvo a todo el país en vilo con un recuento interminable. Ayer el duelo era entre Mitt Romney y John McCain, empatados por el primer puesto en las encuestas, y la prueba de fuego para Rudi Giuliani, que ha apostado todo su capital en imponerse en este estado. McCain contaba con el voto de las familias militares, que suponen el 40% del electorado republicano, y el de los jubilados, que con un 17% han convertido a Florida en la meca de la edad dorada.

«Quien gane Florida ganará la nominación del partido (republicano)», vaticinaba Giuliani el lunes al cerrar su campaña. Por supuesto, contaba con que fuese él, preso de un optimismo sin igual. Contribuían a su delirio los gritos enfervorizados del exilio más radical de Miami, que se desgañitó vitoreando al héroe del 11-S que promete «plantarle cara a gente como Hugo Chávez y Fidel Castro», disparó Giuliani como una ametralladora. «Cuando seamos independientes energéticamente, os prometo que Ahmadineyad y Chávez tendrán muy poco que decir, creedme».

Le creían. «Él ya lo demostró cuando era alcalde de Nueva York. Le negó la entrada en su fiesta a Fidel Castro y a Yaser Arafat cuando fueron a la ONU. Los llamó terroristas», recordaba José Ángel Muñoz, un cubano americano de 42 años que había pedido días libres en su trabajo de Nueva Jersey para volver a Florida a votar. La mejor carta de Giuliani se ocultaba en el millón de votos para ambos partidos que ya se habían depositado por correo o a través del sufragio anticipado, que empezó hace dos semanas. Quienes se posicionaron entonces estaban menos influidos por la caída libre que sufrió el ex alcalde de Nueva York en las encuestas a raíz de sus derrotas en Iowa, Wyoming, New Hampshire, Michigan, Nevada y Carolina del Sur. En Michigan sólo logró un 2%, por debajo incluso de candidatos tan marginales como Ron Paul.

Todos los delegados

Los envalentonados seguidores de éste esperaban a Giuliani a la salida de la Universidad Internacional de Florida donde había cerrado campaña, provocando enfrentamientos de palabra con sus simpatizantes. Como si fueran dos equipos de hooligans, ambos bandos se gritaron cara a cara, a punto de llegar a las manos. No hay medallas de plata en Florida. El ganador se lleva todos los delegados, 57 en lugar de 114 como castigo del partido por haber adelantado la fecha de las primarias.

Aun así, los republicanos daban por buena su decisión basándose en el entusiasmo entre los votantes. Sólo el voto anticipado ha supuesto casi el total de lo que se sumó en las primarias anteriores, y cuatro veces más que el voto anticipado de entonces.

Las emocionantes primarias de este año prácticamente han doblado la participación en los seis estados donde se han disputado, pero las de Florida están llamadas a multiplicarla por cuatro, según demuestra el voto anticipado.