TRIBUNA

¿Vamos o no vamos a FITUR?

A nadie se le escapa que FITUR se ha consolidado como una de las tres importantes, poderosas y efectivas ferias de turismo en Europa junto con la WTM en Londres y la ITB de Berlín. Tampoco se le escapa a nadie que FITUR puede ser una de las mejores herramientas de marketing para empresas e instituciones del sector turístico, con una buena relación coste-efectividad para llegar de manera rápida y directa a los clientes.

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FITUR, constituye el más completo instrumento de comunicación donde se vislumbra una intención directa entre comprador y vendedor, cara a cara, sumándole que es un lugar donde la comunicación puede funcionar por «los cinco sentidos». No olvidemos que, en un encuentro como éste, podemos permitirnos encontrar un alto volumen de información en un corto periodo de tiempo, difícil de conseguir a través de otros medios.

Pues bien, todo lo dicho anteriormente, podemos pensar que lo diría aquella persona que realmente desea que este evento tenga el color y éxito deseado, donde se puedan apreciar todas las potencialidades y atractivos que se deseen.

Sin embargo, también hay otros puntos de vista, que no coinciden nada con el anterior. Piensan que acudir a la feria no es una inversión alta, pero que sí lo es en recursos humanos, pues se desaprovechan oportunidades de moverse en la feria según sus propios intereses. Los hay que creen que hoy hay medios como internet, posiblemente más rentables e interesantes para dar a conocer la marca, el producto o destino que el asistir a una feria de este tipo. También los que piensan que a través de la televisión y la prensa pueden tener mayor impacto en su público objetivo que asistiendo.

Claro, ¿por que no?, también están los que dicen que no estarán presentes, porque es tal el número de asistentes, proveedores, corresponsales, intermediarios, delegados, colaboradores, acoplados etc, que se hace imposible atenderles como se desea, por lo que la feria no es un lugar adecuado para trabajar. También hay quien piensa que para el público en general el salón es demasiado grande y que sólo da tiempo a ver una parte, lo que provoca que tengan que ir a las zonas más conocidas.

Pues aquí no termina la historia, aún quedan más opiniones. Hay quien dice que la mayoría de los asistentes no planifican su visita, que van porque es la fecha, y saben que van a encontrarse con toda esa gente que anteriormente decíamos. Se dice que pocos son los que saben sacar el provecho conveniente de los expositores que concurren.

Que son pocos los que conocen de antemano las empresas expositoras de su interés y que pocos preparan el recorrido. De aquellos que se quedan en sus stands, esperando que vengan a verlos para despachar, también oigo opiniones, pero mejor no contarlas.

Hay que ver para creer. Algunos dicen que no saben si se encuentran en una feria comercial o en un acontecimiento social. Y para colmo hay quien piensa que van porque es un alto en el camino, son unos días en Madrid, que se come bien, que no se pasa mal y se ve a muchos amigos que durante el año es difícil encontrar

Por último, recuerdo que alguien alguna vez comentó, en contra de lo que pueda parecer, que el verdadero esfuerzo hay que hacerlo una vez terminada la feria. Explotar para mi empresa la información encontrada y los contactos conseguidos. Hay gente pa tó, ya lo dijo el Guerra. Ante tantas opiniones, confieso que llevo varios años preguntándome qué hago, ¿voy o no voy?

Entonces me acuerdo de San Pablo cuando dice: «pasarlo todo por la criba y quedarse con lo bueno». Entonces me acuerdo de que no siempre coincide lo que es bueno para mí con lo que es bueno para la mayoría. Nos vemos en FITUR.