Agua politizada

a ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, visitó ayer la planta desalinizadora de Valdelentisco (Murcia) que cuando alcance el pleno rendimiento se convertirá en la primera de Europa y la tercera del mundo y podrá aliviar el peor periodo de sequía en la Cuenca del Segura. Simultáneamente se desataba, a pocos kilómetros, la polémica ante la eventualidad de que la desalinizadora de Carboneras (Almería) pueda abastecer de agua a la región catalana afectada también por una sequía histórica. El problema del agua en España no deja de encontrar en su camino hacia la solución obstáculos derivados de su politización cuando debería haberse convertido hace tiempo, precisamente, en el emblema de la solidaridad interregional y la cooperación en lugar de territorio de pugnas localistas y mezquinas.