EJEMPLO. Manuel Franzón aboga por una vida sin barreras.
CÁDIZ

«Volver a trabajar fue la mejor rehabilitación que pude tener»

Manuel Franzón Lozano se fracturó una pierna y la cadera al caerse del andamio donde trabajaba como soldador en Astilleros

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Manuel Franzón Lozano nunca olvidará el 11 de diciembre de 1972. Un día que, como él mismo dice, volvió a nacer cuando soldando el casco de un barco en Astilleros se cayó del andamio de una altura de 18 metros. «El accidente me fracturó la cadera, la pierna, el pecho. Además sufrí una parada intestinal. El golpe fue tan fuerte que casi me rompo la médula. Estuve cuatro meses postrado en una cama en San Rafael y las secuelas que me han quedado son diversas. La rodilla no la puedo doblar bien, he perdido sensibilidad en las extremidades inferiores y el dolor que tengo los días de mal tiempo es insoportable», explica con entereza.

A los dos años del accidente, con 34 años, Manuel regresó a su oficio de soldador en Astilleros. «Muchos creyeron que el accidente me dejaría en una silla de ruedas, pero volver al trabajo fue la mejor la rehabilitación que pude tener. Me hizo sentirme útil otra vez. Además, mis compañeros me apoyaron mucho y con el tiempo pude superar la secuela psicológica que me había quedado y volver al andamio. Donde nunca pude volver a trabajar es en los rincones porque la rodilla no la podía doblar bien, y en un barco hay muchos rincónes», reconoce.

La dramática experiencia hizo que Manuel Franzón se dedicase en cuerpo y alma a las personas discapacitadas, especialmente desde que se jubiló. Hace unos años estuvo como presidente de la Asociación Gaditana de Discapacitados (Agadi).

Estudio de barreras

A sus 67 años de edad Manuel elabora un estudio detallado de las barreras arquitectónicas que existen en Cádiz con el objeto de presentarselo a la alcaldesa gaditana, Teófila Martínez. «Es algo en lo que vengo trabajando desde hace meses. Puedo decir que los bordillos están sin rebajar y que las rampas del paseo marítimo son cortas y excesivamente pendientes, lo que obliga a que la persona que va en silla de ruedas tenga que ir acompañada», detalla.