Que no nos ciegue

PINIÓN Que la alegría del triunfo no nos ciegue. Que los tres puntos obtenidos ayer en el Pizjuán no nos haga ver la realidad de forma diferente. Y es que después de conseguir la victoria es fácil que se nos olvide que durante mucho tiempo el Cádiz no jugó a nada. Con jugar a nada me refiero a pasar el balón de central a central, luego al lateral vuelta a los centrales para acabar dando un pelotazo. Es verdad que mientras se gane, da igual cómo se haga, pero no siempre va a ocurrir eso. Aunque pasó en Tarragona y ahora en Sevilla. Tampoco es de recibo que no seamos capaces de matar un partido donde primero el rival se queda con uno menos y luego nos adelantamos de penalti. No es de recibo que nos empaten nueve minutos más tarde de marcar nosotros y el contrario encima en inferioridad numérica. Por cierto, el gol encajado merece por si sólo mención aparte por la sucesión de fallos en cadena dentro del área. Nos hartamos de ver durante todo el partido un repertorio de balonazos y cuando necesitamos un pelotazo de verdad para despejar la pelota de nuestra área, pues en ese momento no lo hacen. En ese momento pelotazo Paz no lo hace y patada a seguir, Fleurquin prefiere dejarse caer en el área y fingir que le han hecho falta, y claro, pasó lo que pasó, que nos empataron. Menos mal que la victoria no hizo que nadie dijera que no hacían falta refuerzos, que es lo que suele ocurrir cuando el equipo gana. Y digo esto porque ayer tras el final del partido, Antonio Muñoz anunció el primer fichaje de invierno. Lo pudieron escuchar ustedes en directo en Punto Radio a las dos y cuarto de la tarde en directo. Ventajas de dar en directo la rueda de prensa y la zona mixta. Pues eso, que hay muchas cosas aún que mejorar para que este equipo dé seguridad y confianza en que se puede ganar un partido. Porque de momento la confianza esa no se tiene, al menos yo no la tengo. De hecho en las dos últimas victorias se ha ganado en los últimos momentos del partido y por una jugada puntual, además de nuevo ante un rival con menos jugadores que nosotros en el campo. Incluso esos equipos, con uno menos se atreven a crearnos peligro. Pues eso, que necesitamos mejorar una barbaridad aún, que no nos ciegue la victoria. Y punto.