En defensa de Nano

La afición le silba, la prensa le critica, y hasta su entorno más cercano duda de su capacidad. Pero Nano no está solo. Se ha encontrado con su mejor defensor. Ayer, Gustavo López dio la cara por su compañero y le ofreció un hombro en el que consolarle.

Su máximo rival en el terreno de juego anima al zurdo gallego, que por culpa de una ligera tendinitis no ha podido entrenar esta semana. El argentino no entra en el juicio de valoración de los periodistas. «No sé si está en un buen o mal momento. Pero ha hecho buenos partidos y hay que seguir apoyándole. En esta plantilla nadie es más que nadie y lo mejor es que todos estemos juntos», apunta el internacional.

Tomarlo con calma

Entiende que las críticas y los silbidos «son la salsa del fútbol. Unas veces te aplauden, otras lo contrario, y hay que tomárselo con mucha calma. En la carrera deportiva siempre existen altibajos, y todos hemos pasado por circunstancias similares. Sólo nos queda apoyar al compañero, porque otro día te puede tocar a ti, y el grupo es el que debe salir beneficiado».

Gustavo ha vuelto a recuperar la ilusión, tocada tras el choque ante el Málaga. «Dentro de lo malo, los resultados de los contrarios nos beneficiaron». Y contradice a su entrenador, Antonio Calderón, ya que entiende que «todos los partidos son finales desde que empezó la Liga si queríamos estar entre los primeros. Ganemos o perdamos el domingo, a la siguiente jornada tendremos otra final».

La próxima será ante un rival, el Sevilla Atlético, que «no parece un filial. Juega sin presión, es un equipo joven y no tiene nada que perder. Pero depende de nosotros el plasmar la idea de nuestro entrenador».

El argentino regresará al equipo titular casi dos meses (seis jornadas) después, y asegura que está listo para aguantar un partido completo. «Estoy preparado para la competición. Me veo con fuerza, eso es innegable, y si el entrenador lo permite podré jugar este domingo», finaliza.

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