Cultura

Orhan Pamuk, investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Complutense

El escritor turco Orhan Pamuk fue investido ayer doctor honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid y en la ceremonia dedicó todos los elogios a la novela, por ser «capaz de crear un enorme grupo humano, mucho mejor que cualquier nación, civilización o colectivo social».

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En su incorporación al claustro, el Premio Nobel de Literatura 2006 estuvo apadrinado por el profesor Dámaso López García, decano de la Facultad de Filología, quien dijo que las narraciones de Pamuk nos acercan a la Turquía actual y a la del siglo XVI, apelando a «formas de experiencia que pueden compartir lectores de todos los rincones del mundo».

El solemne acto académico se celebró con todo su protocolo en el Paraninfo de la Universidad Complutense, donde acompañaron al escritor, además del rector, Carlos Berzosa, y otras personalidades académicas, el escritor Juan Goytisolo, que ayer participó con el autor de Estambul, Ciudad y recuerdos en un debate previsto en el programa Miradas turcas.

«Humilde servidor»

Pamuk , que se definió como «un humilde servidor del arte de la novela», dijo que ésta «lanza nuestra imaginación hacia mundos lejanos que nos permiten saber quiénes somos realmente, adentrándonos en la verdad de los otros», y nos ayuda a superar las visiones más cortas sobre «lo que creemos que somos».

«La novela es como una orquesta de música, uno de los grandes logros de la civilización europea», «es lo que hace que hoy Europa sea lo que es», afirmó el escritor de Nieve, que a lo largo de su discurso insistió en que el objetivo de la novela no es cambiarnos por otros, sino identificarnos «en su pena, su compasión o su humildad».

En su laudatio, López García habló del libro Estambul y de cómo Pamuk plantea, a su manera, el conflicto entre memoria e historia, o también de su novela Nieve, que transcurre en la remota ciudad fronteriza de Kars, donde el autor muestra a sus lectores de forma «descarnada» el conflicto entre Oriente y Occidente.

«Entre tradición y progreso, entre creyentes y no creyentes, entre hombres y mujeres, entre el campo y la ciudad, entre la información y la ignorancia», se extendió el decano, que comentó otros títulos de Pamuk como El castillo blanco o Me llamo rojo, donde están sus ideas acerca del arte.