EXPULSIÓN. Luis Fabiano vio la roja por un codazo a Alexis. / EFE
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El Valladolid perdona a un Sevilla que acabó con nueve jugadores

Los hispalenses terminaron el partido encerrados en su área tras las expulsiones de Fazio y Luis Fabiano

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El Real Valladolid, que jugó casi un cuarto de hora con dos futbolistas más, perdonó a un Sevilla que tuvo el mérito de oponer su coraje, sólo eso, cuando se vio en inferioridad numérica, aunque acabó firmando un empate que antes no había merecido. Con dos medios centros fuertes y muy presionantes (el maliense Seydou Keita y el danés Christian Poulsen), el Sevilla trató de taponar el medio campo ante un Valladolid que le metió mucho ritmo al partido desde el primer minuto, pero Víctor no entraba en juego y sin sus pases de tiralíneas el Valladolid no llegaba con claridad.

Fue el Sevilla, por medio del brasileño Luis Fabiano, el que tuvo la mejor opción antes de cumplirse el primer cuarto de hora, aunque la sensación general era que ni unos ni otros estaban jugando cómodos. La primera oportunidad del Valladolid llegó paradójicamente en las botas del brasileño Dani Alves, quien a punto estuvo de perforar su portería a centro de Pedro López (min. 32). Poco después, Jonathan Sesma pudo marcar en un espléndido testarazo.

Fueron los mejores minutos del Valladolid ante un rival que acusó la lesión de Crespo ya que, tras ser sustituido por el francés Escudé, la lucha en la banda derecha de los locales resultó desigual, habida cuenta de las condiciones físicas (muy distintas) del serbio Ivica Dragutinovic y Sisi.

Sergio Asenjo, con dos intervenciones de mérito a remates de Diego Capel y el malí Frederik Kanouté, fue el protagonista en los primeros minutos de la reanudación. El Sevilla salió con mayores intenciones ofensivas, pero la expulsión del argentino Federico Fazio, por doble amonestación (min. 52), frenó en seco su arreón, ya que los hispalenses hubieron de retrasar a Poulsen y su medio campo perdió entereza y aplomo.

El Valladolid intentó entonces, al verse en superioridad numérica, meter velocidad a la circulación de balón, pero el Sevilla supo tapar ese agujero que casi siempre aparece cuando un equipo juega con diez e incluso pudo marcar en una falta sacada por Luis Fabiano que golpeó la base de poste. No supo el equipo de Mendilibar romper la muralla de un Sevilla que acabó defendiéndose a pelotazos, más aún tras la expulsión de Luis Fabiano.