La Balona prolonga sus males con la adversidad ante un Cartaya 'reservón'

Se podría decir que los albinegros se encontraron con un árbitro anticasero que terminó por desquiciarlos cuando mejor se encontraban, que la fortuna les sigue dando la espalda en las ocasiones de gol que crean ante la meta rival y que tuvieron que realizar un esfuerzo doble al jugar en un campo mojado con un futbolista menos desde el minuto 29 de partido. Razones reales para justificar el tropiezo de ayer, pero que se quedan sin base sólida cuando se prolongan en exceso en el tiempo, por lo que terminan sonando a excusas

Con diez o con once, con lluvia o con sol, con suerte o sin ella y con un árbitro casero o visitante, este equipo debe dar mucho más de sí si quiere conseguir una de las cuatro primeras plazas del grupo.

Las carencias linenses siguen localizadas en puntos muy concretos y, de tanto repetirse, van camino de pasar a la historia como una característica más del club, porque asuntos como la falta de un organizador nato en la medular clama al cielo.