«Si llegamos diez minutos más tarde, estarían muertos»

«Habíamos echado el arrastre cuando una lancha de cinco metros se cruzó con nosotros y nos hizo señales. En ese momento, la embarcación volcó y los dos marineros cayeron al agua». De esta manera, narra el patrón del pesquero Nuevo Rosi, Joaquín Gómez Patiño, el fulminante naufragio que tuvieron estos dos marinos a quince millas de la costa gaditana.

El providencial rescate que realizaron los miembros de la tripulación del Nuevo Rosi impidió que las vidas de estos dos navegantes se fueran a pique. «Tardamos sólo cinco minutos en recogerlos y ya presentaban los primeros síntomas de hipotermia. Si hubiésemos llegado diez minutos más tarde, habríamos encontrado dos cadáveres en vez de dos náufragos», afirma Patiño.

Tras subirlos a bordo, los supervivientes pasaron al camarote del arrastrero, donde pudieron quitarse las ropas mojadas así como entrar en calor. «Estaban ateridos y sólo mascullaban cosas entre sí. El shock había sido demasiado fuerte», apunta el armador de este pesquero. Uno de los náufragos es marroquí y el otro de nacionalidad española, concretamente de Chipiona.

Tras el rescate, el Nuevo Rosi forzó las maquinas hacia la capital gaditana para devolver sanos y salvos a estos dos supervivientes de una mar picada. Una patrulla de Salvamento Marítimo pasó a recogerlos cerca del puerto de Cádiz. El pesquero viró 180 grados y siguió faenando, «con el orgullo de haber salvado dos hombres de mar».

En un principio la Guardia Civil pensó que podría tratarse de dos inmigrantes sin papeles, pero los dos náufragos tienen su documentación en regla.