A LA ESPERA. Bienvenido enseña el estado actual del inmueble. / I. B.
EL PUERTO

Dos familias malviven en condiciones infrahumanas por un error administrativo

Las obras deberían haberse ejecutado hace cuatro meses pero una falta burocrática ha retrasado el proceso Izquierda Unida denuncia la pasividad del Gobierno local

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Cinco personas pertenecientes a dos familias que habitan en la calle Bolos 7 malviven en condiciones infrahumanas por culpa de un error administrativo.

Las obras deberían de haberse realizado hace cuatro meses por parte del Ayuntamiento. Sin embargo, una falta burocrática detectada en el expediente de ejecución (el impuesto de valor añadido se había fijado en el 7% cuando está establecido en el 17%) ha provocado la congelación de este proyecto.

En este sentido, se desconoce cuándo comenzarán los trabajos de rehabilitación del inmueble, ya que se deben realizar de nuevo todos los trámites debido a este error administrativo.

El representante de los inquilinos afectados, Bienvenido Crespo, ha manifestado que «no podemos seguir viviendo de este modo. Todo el edificio está apuntalado y los techos presentan peligro de derrumbe».

«Además, nadie sabe cuándo se va a ejecutar la obra. Parece que están esperando a que suceda una desgracia», ha subrayado el representante vecinal.

«Nadie sabe nada»

Por su parte, la dirigente de Izquierda Unida, Pepa Conde, ha mostrado su indignación por estos hechos. «Llevo más de cuatro meses preguntando en Urbanismo cuándo se iniciarán los trabajos pero sólo me dan largas. Nadie sabe nada».

Los vecinos denuncian que el edificio de Bolos 7, compuesto por tres viviendas y cuatro locales comerciales, es un claro ejemplo de cómo actúan los asustaviejas en el casco histórico.

El actual propietario se negó, desde el primer momento, a realizar obras en el inmueble y tapió las puertas de los locales comerciales y los llenó de escombros.

A continuación, comenzaron a llegar chavales jóvenes que intentaron amedrentar a los inquilinos sin éxito alguno. Según los vecinos, su mensaje era claro: «Abandonen el inmueble».

Ante la negativa del dueño de reformar el edificio, el Gobierno local decidió arreglar las deficiencias y pasarle «a posteriori» la factura al propietario. Sin embargo, los errores administrativos han provocado que se siga sin tener una fecha fija para el inicio de los trabajos.

elpuerto@lavozdigital.es