EL TENDEDERO

Memoria Histórica

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ucho se está hablando estos días de la Memoria Histórica, a raíz de la aprobación por el Congreso de la Ley que reestablece el honor y hace justicia ante unos hechos silenciados, ocultados o tergiversados con respecto a nuestro pasado reciente. Sin embargo, tanta controversia política ha trasladado a la ciudadanía la sensación de que se trata sólo recordar las atrocidades que se cometieron desde uno y otro bando, y una especie de pago de cuentas pendientes o reabrir viejas rencillas, por decirlo de una forma suave. Las pequeñas memoria históricas se hacen pueblo a pueblo, calle a calle y familia a familia. Según su definición, supone un esfuerzo consciente por reencontrarnos con nuestro pasado valorándolo en su justa medida, desde el rigor y la justicia; también desde la igualdad, y de eso las mujeres sabemos un rato. La memoria histórica de las mujeres, la más acallada, se está recuperando día tras día, gracias al esfuerzo colectivo y también individual de muchas mujeres anónimas. Buena prueba de ello es la película Trece Rosas que relata la historia de un grupo de mujeres comprometidas, muchas afiliadas a las Juventudes Socialistas Unificadas, otras no, y que sin conexión entre sí y sin tener entre muchas de ellas el gusto de conocerse, fueron fusiladas en grupo para hacerlas expiar un crimen, el del comandante Isaac Gabaldón; su conductor, y su hija de 18 años. Un crimen que jamás cometieron como se pudo demostrar posteriormente y que finalmente se atribuyó a los servicios secretos de Franco. A estas mujeres la historia y el cine les ha hecho justicia, pero como éstas hay otras historias anónimas que nunca serán contadas. También la reciente beatificación de 498 mártires de la iglesia ha supuesto un bálsamo de justicia para sus descendientes; pero la Iglesia ha olvidado o ha obviado muchos buenos católicos que no renegaron de su fe pero sirvieron a un gobierno democráticamente elegido. Quiero decir con todo esto que el debate social abierto con la aprobación de esta Ley ha de suponer una oportunidad para el dialogo, desde la perspectiva y el sosiego que nos dan 30 años de democracia.