Merecido honor

a Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas otorgará su próximo Goya de Honor a Alfredo Landa, uno de los grandes actores españoles, recientemente retirado del oficio tras haber vencido un cáncer de colon y dejar atrás una filmografía de 120 películas. El cine español se suma así a la ola de premios que ha ido recibiendo desde que abandonó las pantallas, aunque su mejor recompensa ha sido la fidelidad del público hacia su personalísima manera de componer los personajes que reflejaban el arquetipo del español medio. Su identificación con el landismo, todo un subgénero, no puede constreñir la versatilidad de un actor dotado de una depurada técnica y una empatía con el espectador que llegó a cautivar al jurado de Cannes, galardonándole por Los Santos Inocentes.