TRIBUNA

Crecimiento económico con rostro humano

En el último tramo de la legislatura, es el momento de hacer balance de la gestión de gobierno, tanto desde una perspectiva general, para todo el país, como desde una óptica provincial.

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Si atendemos a la idea de que es la economía la que determina la valoración de la gestión de los gobiernos, la legislatura de Zapatero arroja un saldo espectacular en materia de: crecimiento económico (en torno al 4% en estos momentos), creación de empleo (3 millones de puestos de trabajo en la legislatura), un superávit presupuestario superior a los 13,600 millones de euros en este año y más de 45.500 millones de euros en el fondo de reserva de la seguridad social.

Para un gobierno socialista es imprescindible que el crecimiento económico tenga rostro humano, que los beneficios se trasladen al conjunto de la población, tanto en materia fiscal como en el ámbito de las infraestructuras, los servicios y las prestaciones sociales.

En lo relativo a la fiscalidad, más de siete millones de contribuyentes han quedado exentos de pagar el impuesto de la renta y se ha reducido más de un 5% el tipo mínimo del de sociedades en esta legislatura.

Se han multiplicado las inversiones en infraestructuras, lo que ha permitido poner en servicio en torno a 800 kilómetros de vías de alta velocidad y 1500 kilómetros de autovías.

El gobierno de Zapatero ha dado una nueva dimensión al estado de bienestar, con iniciativas destinadas a fortalecer a la familia y que benefician a cada uno de sus componentes. Medidas tales como: la nueva Ley de Dependencia a la que se podrán acoger más de un millón doscientas mil personas, el permiso de paternidad, la ampliación del periodo de lactancia materna, las ayudas por hijo, la subida del salario mínimo hasta los 600 euros, el crecimiento del número de becas para más de un millón y medio de estudiantes y el acceso de los autónomos a las prestaciones sociales y al desempleo.

La familia ha estado presente en el debate público suscitado por las medidas del gobierno socialista, destinadas a ampliar los derechos cívicos y las libertades públicas a todos los ciudadanos, a través de iniciativas legislativas relacionadas con: la igualdad entre las mujeres y los hombres, la violencia de género, las diversas formas de convivencia, la enseñanza de los valores éticos y ciudadanos contenidos en la Constitución y en nuestro estado de derecho.

El PP se ha convertido en el portavoz de la derecha mas rancia y conservadora, la que quiere imponer sus valores culturales y creencias religiosas a los demás, la que intenta patrimonializar la fe, la patria y sus símbolos, para usarlos como herramientas electorales en beneficio propio.

La gestión del gobierno socialista de Zapatero ha resultado especialmente relevante e innovadora en la provincia de Cádiz, por los muy notables avances: en materia de seguridad ciudadana, con un incremento espectacular en el número de policías y guardias civiles, en materia de infraestructuras de comunicaciones, con la ampliación del aeropuerto de Jerez y los puertos de Cádiz y Algeciras, con la apertura de nuevas autovías y el desdoble del ferrocarril y en materia de política internacional.

Cádiz es una provincia singular por su posición geoestratégica, que la convierten en un territorio de frontera, en el que tienen una incidencia especial determinadas "funciones de estado", lo que exige una consideración especial de la gestión de gobierno en el ámbito de la defensa, la seguridad, la política fiscal y la política internacional.

En todos estos escenarios el gobierno de Zapatero ha innovado, ha asumido sus responsabilidades de estado desde una perspectiva diferente; compensando a los municipios afectados por las servidumbres militares, implantando una política de respeto y cooperación con Marruecos, que ha permitido firmar un nuevo acuerdo pesquero y alcanzar mayor eficacia en la lucha contra el narcotráfico y la inmigración ilegal, creando el foro de diálogo con Gibraltar para el desarrollo de acuerdos que favorezcan el desarrollo y convivencia en el Campo de Gibraltar. El patriotismo de salón, repleto de grandes declaraciones y gestos de prepotencia, que condujeron al mayor de los desencuentros durante los gobiernos de Aznar, se ha sustituido por el pragmatismo, el respeto mutuo y la cooperación.

Donde más se ha puesto de manifiesto el compromiso del gobierno de España con esta provincia, ha sido en relación con el desarrollo industrial y la creación de empleo. Heredamos una industria histórica y estratégica en una grave crisis y condenada a su desaparición y terminamos la legislatura con unos astilleros con carga de trabajo garantizada hasta 2012 y con una industria aeronáutica que levanta el vuelo tras la crisis a nivel europeo.

La apuesta a favor del desarrollo industrial se ratifica con un plan especial de reindustrialización para las dos bahías de Algeciras y Cádiz y su entorno, dotado con más de 135 millones de euros, con un plan de fomento de la artesanía y la industria de transformación para la sierra de Cádiz y con un plan de empleo dotado con 100 millones de euros. La disponibilidad de suelo está garantizada con los parques tecnológicos de: la Zona de Actuaciones Logísticas del Campo de Gibraltar, el Centro tecnológico- logístico de Las Aletas y el Parque Agroindustrial de Jerez.

Estamos ante una gestión que ofrece resultados tangibles, que plantea elementos para un debate político constructivo y de interés general, mientras que los responsables del PP se afanan a diario en la búsqueda de elementos para la crispación y fracasando en los malos augurios que vaticinan la ruptura de España, la desaparición de la familia o la quiebra de las cuentas publicas cada vez que el gobierno toma una medida de carácter social.