AL AIRE LIBRE

Memoria histórica en Jerez

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

or lo que parece, los símbolos franquistas que aun quedan en Jerez, como en otros sitios, son un obstáculo insalvable para la democracia. Debe ser que llevamos treinta años de prolongación de un franquismo de baja intensidad, al menos en sus minoritarios vestigios. Los ejemplos que se aducen en nuestra ciudad son muy problemáticos y de algunos no me quedan claras sus conexiones con el franquismo, salvo que yo no haya estudiado historia. Veámos. El escudo de la fachada del Colegio Isabel la Católica no lo inventó Franco, sino que el águila de San Juan la incorpora la Reina Isabel al escudo de los Reyes Católicos (título que, por cierto, tuvieron todos los Reyes de España hasta Alfonso XIII), al igual que el Yugo (Isabel de Castilla) y las Flechas (Fernando de Aragón). Tenerse que poner ahora a picar la fachada para destruir tal escudo, amén de la cara de la Reina, es un insano ejercicio de pérdida de tiempo y una falta de respeto para una antepasada de nuestro actual Monarca. Lo mismo sucede con el escudo del edificio de Porvera, antiguo de Empresariales y actual de Arte. Lo de éste todavía es mas grave, porque no está a la vista general de la línea de los ojos, es decir, que hay que pegarle al cuello un viraje hacia arriba para verlo, posición de la que enseguida uno desiste. Mas problemático y absurdo parece, como se insinuaba hace poco, poner en entredicho el nombre de la avenida Alcalde Álvaro Domecq por el hecho de haber sido alcalde durante el franquismo, y pretender que caiga bajo la retirada de nombres que el Proyecto de Ley contempla. Aparte de que no tendría fácil encaje en el artículo 17 de dicha norma, son ganas de herir sentimientos y buscar bronca innecesaria. Tampoco me queda claro si la retirada de símbolos incluye las plaquitas con el Yugo y las Flechas del Instituto Nacional de la Vivienda que aún quedan en muchos pisos, o si, ya puestos, deberá retirarse también de la pública exhibición a los turistas la bota que Franco firmó en la Bodega Domecq, en una de sus visitas a esta ciudad. Ya menos de coña, se argumenta que Europa está limpia de símbolos fascistas. Debe ser que estos señores no han estado, por ejemplo, ni en la Catedral de Bamberg ni en el Rectorado de la Universidad de Padua. Pero no les demos ideas, que son capaces de llevar el tema al Parlamento Europeo.