PAN Y CIRCO

Color amarillo

Tras el milagro vivido en Brasil el pasado domingo, mi listón de la esperanza se ha alzado a los cielos. La euforia desmedida en la que me encuentro, provoca que todo lo vea de color de rosa, más bien de color amarillo teniendo en cuenta el cabello de Kimi Raikkonen y mis deseos de que el Cádiz empiece a subir. En ambos casos, parece que el patrón ha sido el principal causante del desastre. En Fórmula 1, cuando hasta el dueño de todo este circo, Bernie Ecclestone, le ha dado todas las facilidades del mundo a McLaren para que Hamilton fuese campeón, se antoja lógico que ahora culpe al jefe de la escudería británica, a Ron Dennis, de haber evitado el triunfo de su protegido. Cree que se erró en la estrategia de la carrera al pasar de dos a tres paradas en boxes, una auténtica locura que sólo le permitió ganar 10 segundos y le provocó perder 20, suficiente para no quedar cuarto y, por tanto perder el Mundial, algo por lo que ha luchado Ecclestone, ya que al parecer el empuje que hubiese recibido este deporte con la victoria de un piloto tan joven, hubiera sido más impactante aún si cabe.

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Luego el hecho de que Raikkonen apenas se relacione con la prensa es lo que más preocupa al mandamás que ya ha animado al finlandés para que se prodigue más...no sólo en las fiestas. Y es que quieren pilotos perfectos tanto fuera como dentro de la pista. No sólo vale con ser el mejor a los mandos de un coche, sino que también hay que ser guapo, simpático y caer bien a todos los aficionados.

De todos modos, lo más alucinante es que después de que Ron Dennis comentase que Raikkonen nunca sería campeón por culpa de sus problemas con el alcohol, no sólo lo logra sino que encima el propio Ron Dennis le facilita el camino. Es genial. Para que luego digan que las juergas no ayudan...que se lo pregunten a Robinho.