PRIMER DÍA. Los consumidores acudieron hasta Puntales.
CÁDIZ

A por los Hacendado

La cadena de supermercados Mercadona abrió ayer su primer establecimiento en Cádiz en la avenida de la Ilustración entre la barriada de Puntales y Loreto

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La expectación era máxima desde que se conoció su apertura en la capital. En los últimos días, los consumidores contaban las horas para entrar en el supermercado. Mercadona abrió ayer su primer establecimiento en Cádiz en la avenida de la Ilustración, en el antiguo edificio de Quality Food. La cadena de supermercados ya estaba implantada en otros puntos de la provincia, como San Fernando, Puerto Real, Chiclana o Villamartín, pero desde ayer ya tiene su punto de venta en la capital.

A las 9 de la mañana, y a pesar del frío húmedo que caía sobre la ciudad, más de cincuenta personas esperaban impacientes que 15 minutos más tarde las puertas de Mercadona se abriesen por primera vez.

A la hora prevista la tienda dejó pasar a sus primeros clientes gaditanos, la mayoría vecinos de la barriada de Puntales y del barrio de Loreto, aunque había clientes que se habían trasladado desde el casco histórico para hacer la compra en Mercadona, a pesar de estar en los últimos días del mes.

Fidelidad

Pepi y Merche Núñez esperaban a sus hermanas a las 9.30 horas en la puerta del supermercado. Una se trasladaba desde San Severiano, pero la cuarta retrasaba su llegada porque venía de La Viña. Pepi y Merche son clientas habituales de Mercadona y acudían a San Fernando a hacer la compra, pero ahora «coge más cerca de casa y no tenemos que venir acompañadas de los maridos para comprar los productos Hacendado», aunque Merche apostilla que «aquí vendré de vez en cuando, porque tengo dos supermercados debajo de casa».

Tere Delgado y su tía Teresa ya cargaban a las 9.45 horas con la primera compra en el supermercado. Ambas son vecinas de Puntales «y la tienda está abierta en un lugar perfecto para nosotras». Tanto la tía como la sobrina aseguraron que el supermercado «es muy grande y está bien distribuido», aunque no creen que comprar en Mercadona rebaje la cesta de la compra «a menos que compres sus productos, la marca Hacendado».

María Suárez también se ha trasladado «desde la Segunda Aguada hasta Puntales», explica, «y sólo por curiosidad, porque nunca he comprado en Mercadona, a pesar de que muchas amigas me han comentado la calidad de sus productos».

Últimos retoques

En el primer día de actividad del supermercado en Cádiz aún trabajaba un pintor a las 9.15 horas en una de las puertas al almacén, entre la panadería y la pescadería. A algunas estanterías les faltaba mercancía. Además, una máquina limpiadora, manipulada por un empleado, limpiaba el suelo de los restos de suciedad provocados por las pisadas o los carros de la compra.

Los nuevos clientes comentaron «el exceso de volumen de la música, tienes que hablar casi gritando», como dijo Manuel Rodríguez -vecino de el barrio de Loreto- cuando salió de Mercadona. Él iba cargado con varias bolsas y su mujer llevaba el carro de la compra lleno.

Francisca Gallardo, esposa de Manuel, señaló que «no queríamos comprar tantos artículos, pero nos habían hablado tan bien de los productos Hacendado que queríamos probarlos. No tenemos coche y nunca habíamos podido desplazarnos hasta San Fernando o Puerto Real».

Manuel añadió que «probaremos los productos comprados para comprobar su calidad». Además aseguró que su mujer y él compararán el gasto realizado en esta cadena de supermercados con la lista de la compra de otros establecimientos.

Cambios

«Es la novedad», comentó José Iglesia, que salía del supermercado con varias bolsas, «ya verás como dentro de unos días viene poca gente por aquí. A mí quien me preocupa son los pequeños establecimientos de Puntales y Loreto, que son los que van a perder con la apertura del Mercadona».

Hasta aquí también se ha trasladado al vendedor de la ONCE Casimiro Franco, que ha dejado después de cinco meses su quiosco -y sus clientes- de la calle Sirenas por la puerta del Mercadona. Su director y el jefe de ventas han decidido trasladar a este «repartidor de suerte» a la puerta del Mercadona «porque aquí vienen más clientes potenciales».

Casimiro Franco, vestido con un abrigo que le resguardaba del frío, comentó que «en la otra ubicación estaba más resguardado. Mi quiosco me protegía de la lluvia, el viento y el frío y ahora estoy a la intemperie. Pero da igual donde estemos, lo importante es que repartamos suerte».

Este vendedor de la ONCE aseguró sentirse «extraño» en este nuevo lugar, «pero todo es acostumbrarme. Dentro de unos meses volveré a tener una clientela fija que se acerque todos los días a comprar el cupón, incluso algunos siempre jugarán al mismo número».

Y la actividad siguió durante todo el día en Mercadona, hasta las 21.15 horas, hora del cierre. Hoy Mercadona volverá a abrir sus puertas. Y hasta que el gaditano quiera.

mhuguet@lavozdigital.es