Bush consuela a un matrimonio que ha perdido su casa en los incendios, en su visita a la zona. / REUTERS
amaina el viento

Aparecen dos cadáveres en una casa arrasada por el fuego

George W. Bush ha podido comprobar la enorme desolación que se respira en la zona al viajar a California

SAN DIEGO Actualizado: Guardar
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Los bomberos han encontrado dos cuerpos calcinados en una casa arrasada por el fuego en Poway, una de las localidades por las que han pasado los incendios que aún arden en el sur de California (EEUU), según ha informado hoy la policía. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha podido comprobar la enorme desolación que se respira en la zona al viajar a California.

El jefe de la policía del condado de San Diego, Bill Kolender, ha dicho que los forenses intentan identificar a las víctimas. Con estas dos muertes, son ya tres las personas fallecidas directamente por acción de las llamas, que comenzaron el domingo.

La otra víctima fue identificada como Thomas Varshock, un hombre de 52 años de la ciudad de Tecate, en la frontera con México, quien murió en el denominado incendio "Harris", uno de los dos más grandes que se han declarado esta semana y que sigue sin control.

1.000 millones de dólares en daños

Las esperanzas por vencer a las llamas que asolan el sur de California aumentan gracias a la disminución de lo vientos secos del este, aunque los daños provocados hasta el momento se calculan en al menos 1.000 millones de dólares (más de 701 millones de euros), tan solo en el condado de San Diego.

Las autoridades investigan la posibilidad de que al menos uno de los incendios haya sido provocado. Por ello, varios miembros de la oficina del alguacil del condado de Orange y agentes del FBI registraron el miércoles una casa. Un funcionario, que habló a condición de guardar el anonimato porque la investigación está en proceso, no aclaró qué fue lo que las autoridades confiscaron de la vivienda.

Al parecer, otros fuegos fueron generados por las líneas eléctricas que se desprendieron y otro más por el incendio de un vehículo. Tras tres días de incesantes vientos, altas temperaturas y una pertinente sequía, las llamas que han arrasado gran parte del condado de San Diego empiezan a ser mitigadas por las cuadrillas de bomberos, mientras que más de medio millón de personas evacuadas de sus hogares aguardan el permiso para poder regresar.

Distribución de dinero

Por su parte, el presidente, George W. Bush, ha firmado una declaración que permitirá distribuir dinero a aquellos cuyas pertenencias no estén cubiertas con las aseguradoras. "Obviamente, va a ser un desastre de 1.000 millones de dólares o más", ha comentado el director de los servicios de emergencia del condado de San Diego, Ron Lane, durante una conferencia de prensa.

El director ha agregado que por lo menos 1.200 casas han sido destruidas en el condado, y las autoridades creen que seguramente la cifra aumentará. Con ello son unas 1.500 las viviendas calcinadas en siete condados arrasados por las llamas desde el domingo. Además, por lo menos 21 bomberos y otras 24 personas han resultado heridas. Dos personas murieron a causa de las llamas y la oficina del forense de San Diego indicó que otras cuatro muertes están relacionadas con los incendios.

Bush declaró el martes el estado de emergencia federal en siete condados de California, donde las llamas han arrasado más de 166.000 hectáreas y viajará a California mañana. "Los estadounidenses de todos los rincones del país se preocupan profundamente por la situación de sus compatriotas", comentó el mandatario tras una reunión del gabinete para coordinar la ayuda federal. "Nos preocupa su seguridad. Nos preocupan sus bienes", añadió.