El porqué de las pequeñas cosas

Pequeños hábitos, grandes soluciones. Al auspicio de esta premisa, varias zonas de la ciudad están acogiendo la ubicación de mesas informativas. Se trata de una de las actividades incluidas en la campaña de información y concienciación ambiental Ecobarrio, organizada y puesta en marcha por la Delegación Local de Desarrollo Sostenible en colaboración con la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. El primero de los enclaves que se ha visto envuelto en esta idea ha sido la plaza del Rey. Desde las diez de la mañana, esta semana han sido muchos los que han podido acercarse a una carpa repleta de paneles y folletos informativos sobre hábitos diarios que se pueden adoptar para minimizar y solucionar los distintos problemas ambientales relacionados con los residuos urbanos, el agua, la energía o la calidad del aire, así como información sobre el entorno natural y los beneficios que aportan las zonas verdes en las ciudades.

Con esta campaña se quieren mejorar los conocimientos de los ciudadanos en la temática ambiental, informando y fomentando actitudes y buenas prácticas ambientales, al objetivo de lograr grandes soluciones y convertir los barrios de la ciudad en espacios más sostenibles.

Esta campaña se inició el pasado mes de mayo en el Centro Cívico Social Doctor Eugenio Pérez Gener y ha estado presente en distintas asociaciones de vecinos de San Fernando y lo estará en varias de sus plazas.

Pese a que la realización de este tipo de campañas evidencian que son necesarias porque aún no existe una verdadera concienciación con respecto a la problemática ambiental que vive el planeta, sí en parte ha calado hondo en muchas personas que saben que tienen en su mano que se produzca un cambio en el aumento alarmante de la producción de basuras, el derroche de agua y energía o la contaminación acústica.

Este es el caso de José Antonio Alcántara, que tiene presente en su vida cotidiana la conocida como Ley de las 3 R, es decir, reducir, reutilizar y reciclar, pese a que ello le supone un gran trabajo, sobre todo, en lo concerniente a la tercera de las acciones.

«Tengo mi casa con una cantidad de contenedores que es para volverse loco», asegura José Antonio, que ve una buena idea que el Ayuntamiento repartiera cubos con varios compartimentos, algo que se ha llevado a cabo en otras ciudades.

Sea como fuere, ante el paisaje de futuro que se vislumbra, la concienciación parece que comienza a plantarle cara a la destrucción, aunque esta última parte con varios siglos de ventaja.