MARÍA ÁLVAREZ AGRICULTORA

«Los dolores del parto de mi último hijo me llegaron recogiendo algodón»

«Toda la vida la he pasado en la zona rural, desde que nací en el 36, y siempre he compaginado las labores de mi casa con las del campo». María Álvarez, a sus 72 años, tiene a sus espaldas muchas décadas de trabajo duro, primero junto a su marido, «que estaba muy delicado de salud y al que yo le ayudaba en todo», y desde hace 14 años sola, tras quedarse viuda, «aunque mis seis hijos -cinco hombres y una mujer- han estado conmigo».

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María habla de su arraigo con el medio rural con una sonrisa, «porque pese a todos los sacrificios a mí me ha gustado mucho esta vida». Y por eso, ahora que ya lleva varios años jubilada, sigue viviendo muy feliz en su casa de La Barca de la Florida.

Y eso que ha pasado por momentos muy duros. «Siempre lo cuento: a mí los dolores del parto me llegaron recogiendo algodón». Según cuenta sin demasiado dramatismo, «el año en el que tenía que nacer mi último hijo, hace 34 años, fue un otoño muy malo de lluvias y nadie quería cosechar. Por eso, pese a que estaba de nueve meses tuve que irme con mi marido al campo a recoger el algodón, y allí mismo me puse de parto. Tuve que salir corriendo para el hospital, y me dio tiempo a llegar».

Esta luchadora no se queja por haberse tenido que dejar las manos en el campo ya que, como ella dice, «no había otra, sobre todo por la salud de mi marido». Es más, pese a que ya sacaba adelante una casa con seis hijos y ayudaba en la finca -«y antes todo era más sacrificado, porque había que regar de noche y teníamos que estar todo el día de arriba para abajo»-, también decidió vender cal en su casa para «ayudar un poco más».

De lo que sí se queja es de lo mal pagado que está el trabajo agrario, de que «ya no se pueda vivir de esto» y de la mala jubilación que da a los que se han esforzado en la agricultura. «Pese a que siempre pagué mi sello de autónoma, cuando me jubilé a los 58 años con la rodilla muy mal me quedó una miseria de paga». Ahora, apenas llega a los 300 euros al mes.