Imagen del congreso del Partido Comunista Chino. / AFP
17º congreso del partido comunista

El presidente chino aboga por un crecimiento equilibrado y unas reformas políticas prudentes

La "profundización" de los cambios políticos es invocada como eje prioritario, pero la "democracia socialista" perdura

PEKÍN Actualizado: Guardar
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El número uno chino, Hu Jintao, ha abogado por un crecimiento económico más equilibrado y unas reformas políticas que no pongan en entredicho el poder del Partido Comunista Chino, que hoy ha inaugurado su 17º congreso en Pekín. En un discurso de casi dos horas y media ante más de 2.200 delegados reunidos bajo fuertes medidas de seguridad, el secretario del Partido y jefe de Estado no ha abandonado su legendaria prudencia.

En el ámbito económico y social, Hu ha insistido en la necesidad de un "desarrollo equilibrado para asegurar un crecimiento sano y rápido" del gigante asiático, el país más poblado del mundo, con 1.300 millones de habitantes, y la tercera economía del planeta. Sin anunciar medidas precisas, Jintao, que será reelegido para un segundo mandato de cinco años, ha subrayado que pese a los "extraordinarios" progresos, sigue existiendo "una distancia considerable entre lo que hemos realizado y lo que el pueblo espera de nosotros".

El precio del crecimiento en recursos naturales y medio ambiente; el desequilibrio en el desarrollo urbano y rural, y entre las regiones; la dificultad para aumentar los ingresos del campesinado; empleo, seguridad social, educación, sanidad, vivienda, labor judicial y orden público, son algunas de esas dificultades. También lo son la falta de fortaleza en formación ideológica y moral, la adaptación insuficiente del PCCh a nuevas tareas de gobierno, la debilidad en organizaciones de base, el exceso de burocracia y los graves casos de ostentación, derroche y corrupción.

Desarrollo económico

"La reforma política deber intensificarse a medida que avanza el desarrollo económico y social al ritmo del desarrollo del socialismo", ha declarado Jintao, quien ha subrayado el "papel motor del Partido Comunista Chino en el control del conjunto de la situación y la coordinación de la acción de todas las partes".

"Enarbolando muy alto el estandarte del socialismo", el número uno chino ha insistido sobre la "participación de los ciudadanos", que se ampliará "de manera ordenada". Es decir, que China no pasará a un sistema democrático parlamentario de tipo occidental. Se trata más bien de "lograr elegir progresivamente, en las aglomeraciones urbanas y las regiones rurales, a los diputados y representantes de las asambleas populares", aunque hay que "incrementar la capacidad del Partido para ejercer el poder" y evitar toda "precipitación", ha asegurado.

Esforzándose por tranquilizar a sus "compatriotas" de Taiwán, el presidente chino ha deseado "un acuerdo de paz" con la isla, considerada como una provincia rebelde por China. Al mismo tiempo, pero evitando las amenazas, ha dado a entender que el Partido no tolerará la independencia de Taiwán, a pocos meses de un referendum previsto por el presidente taiwanés Chen Shui Bian sobre el regreso de la isla a las Naciones Unidas.

Nuevos integrantes del Comité Permanente

La agenda de la reunión de una semana del segundo congreso de la década se centra en la selección del comité central del PCCh que elegirá los integrantes de su Comité Permanente para los próximos cinco años y de una nueva comisión de disciplina interna. La edad deja al parecer tres puestos libres de los 9 que existen (que Hu querría limitar a 7, como antes de que lo aumentara su predecesor, Jiang Zemin) pero, al ser una información que se considera secreto de Estado, todo son especulaciones.

Aunque los rumores hablaban de la jubilación del vicepresidente Zeng Qinghong, de 68años, (estratega de Jiang, que controla los asuntos diarios del partido y que también se hizo imprescindible para Hu), su elección como secretario general del congreso ha frenado hoy los mismos.