Asistencia sanitaria en una obra de Cádiz debido a un accidente laboral
Asistencia sanitaria en una obra de Cádiz debido a un accidente laboral - LA VOZ
LABORAL

Las bajas laborales en Cádiz caen por séptimo año, pero la tendencia toca fondo

El miedo a perder el trabajo por la crisis se diluye mientras que los expertos ya notan este año un repunte del absentismo este mismo año

JAVIER RODRÍGUEZ
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cada vez faltamos menos al trabajo o, por lo menos, es lo que se deduce de los últimos datos aportados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Los partes por contingencia de enfermedad común han descendido. El absentismo laboral ha caído por séptimo año consecutivo en la provincia, aunque en 2014 ya se aprecia una bajada mucho más atenuada que en otras ocasiones. La media mensual de expedientes de baja abiertos el pasado año fue de 4.734 frente a los 4.810 del año anterior, mientras que la duración media de la baja se mantiene en 31 días.

Esta tendencia descendente, iniciada en 2008, ha estado provocada por varios factores. Por un lado, hay menos empresas activas y, por tanto, menos trabajadores.

En los años de la crisis se han cerrado en la provincia unos 10.000 negocios y la tasa de paro suma en estos momentos el 42% de su población activa. Pero también esta caída, cada vez más tímida, es fruto del miedo a perder el empleo. Quien tiene un trabajo tiene un tesoro y así se ha demostrado en los últimos años. La crisis ha cambiado la mentalidad de las plantillas ante la inseguridad.

Se acabó el efecto crisis

Sin embargo, esta tendencia a la baja ha tocado fondo y, según los expertos, empieza a repuntar. Es decir, la mejora económica y la entrada de nueva masa laboral en el mercado de trabajo empiezan a invertir la curva. De hecho, el informe de la consultora Adecco de junio de 2014 ya advertía de una evolución al alza del absentismo laboral, iniciada en el cuarto trimestre de 2013. La consultora destacaba entonces que la tendencia decreciente en los niveles de incapacidad médica y de los ratios de absentismo con carácter general habían «llegado a su fin». El efecto crisis en las ausencias al puesto de trabajo ha agotado todo su potencial.

Los mayores registros de absentismo laboral en Cádiz se anotaron en 2007 con una media mensual de 11.285 partes de baja y 34 días de media de duración. A partir de entonces y con la irrupción de la crisis este fenómeno fue cayendo en picado.

En este cómputo anual no se incluyen las bajas de los autónomos ni tampoco las contingencias profesionales, es decir, aquellas propias del puesto de trabajo que se desempeña. Tampoco se recogen las sobrevenidas sin parte oficial. Estas últimas, al igual que la economía sumergida, son imposibles de controlar porque no hay constancia de ellas.

El responsable del servicio jurídico de Adecco en Andalucía, Javier Blasco, ha confirmado la tendencia al alza de las bajas laborales y la mejor prueba de ello se obtendrá el próximo junio cuando se publique la primera encuesta de coyuntura laboral.

Blasco avanza que la recuperación económica empieza a notarse en los centros de trabajo y con ello la tranquilidad de los empleados. La amenaza de despido o la aplicación de expedientes de regulación de empleo son menores.

La ausencia de un trabajador a su puesto obedece a distintas variables: enfermedad común con baja médica, accidente de trabajo, permiso retribuido, ausencia sin justificar o permiso no retribuido para asuntos personales. La explicación al descenso tanto de bajas médicas como de ausencias que hemos conocido hasta ahora se debe, según los expertos, a que el trabajador ha sido consciente en estos últimos cinco años de la difícil coyuntura económica, tanto en el aumento de despidos como en la escasez de la oferta laboral. Ambas circunstancias han provocado que los empleados hayan sido más consecuentes que antes con su jornada laboral, evitando en la medida de lo posible ausentarse de su puesto de trabajo.

Los datos nos llevan a evidenciar que a más paro menos bajas. Lógico. Además, el sector de la construcción, uno de los que más bajas aporta, ha estado aletargado desde que estalló la burbuja inmobiliaria. La provincia inició el descenso de los partes de baja justo cuando le vio las orejas al lobo.

En 2009, por ejemplo, la media mensual era de 9.697 partes de contingencia por enfermedad común, mientras que en 2010, la cifra fue de 7.902. Por sectores, los servicios lideran el ranking, con un 4,2%, seguido de la industria y la construcción.

Gasto millonario

La auditora Randstad, especializada en estudios de mercado, señala que en España se pierden cada año más de 60 horas laborales por trabajador, lo que supone un gasto para las empresas, la Seguridad Social y las mutuas superior a los 2.000 millones de euros anuales. El dato se queda corto a tenor de los últimos registros aportados por el Ministerio de Empleo, que indican que hasta finales de 2014 el sistema desembolsó por bajas laborales un total de 5.028 millones.

Esta cifra contrasta con los años de crisis más dura, como fue 2008. En ese ejercicio, en el que se alcanzó el máximo gasto de la serie histórica, que arrancó en 1990, la incapacidad temporal tuvo un coste cercano a los 8.200 millones de euros.

En los últimos seis años el gasto en bajas por enfermedad se ha ido reduciendo ejercicio tras ejercicio hasta situarse en 2014 a un ritmo del 6,9% anual, aunque en 2012, coincidiendo con las restricciones salariales aprobadas por el Ejecutivo para las bajas en el sector público, el retroceso fue del 12%.

La recuperación económica aleja la amenaza del despido y conlleva tranquilidad

La entrada en vigor de la reforma laboral en febrero de 2012 ha cambiado los criterios de las bajas laborales, es decir, el texto ofrece mayores facilidades para despedir a un trabajador que reiteradamente se da de baja por enfermedad en su empresa. Hoy, las empresas pueden despedir a un empleado que cause baja de forma reiterada si sus faltas de asistencia alcanzan el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos o el 25% en cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de doce meses.

A estos efectos no computan las bajas por accidente de trabajo, maternidad, riesgo durante el embarazo y la lactancia, enfermedades causadas por embarazo, parto o lactancia, paternidad o las enfermedades o accidentes no laboral cuando la baja haya sido acordada por los servicios sanitarios oficiales y tenga una duración de más de veinte días consecutivos.

El gasto en incapacidad temporal se ha reducido en España porque han disminuido previamente los procesos de baja. En 2013 se registraron 262.345 procesos de incapacidad temporal de media mensual, un dato que contrasta con los 483.011 de finales de 2007, el pico más alto. Esto quiere decir que durante la crisis las bajas se redujeron un 45,6%. Sin embargo, en 2014 la media de expedientes de baja tramitados cada mes en España fue de 269.168. La tendencia, por tanto, empieza a invertirse.

imagen
Ver los comentarios