Estos son los beneficios de hacer crucigramas

Este tipo de pasatiempos aumentan la reserva cognitiva y, en consecuencia, la sintomatología asociada a una demencia y el grado de la misma sería menor y más tardío

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Sandra Palacios

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Estamos tan pendientes de nuestro cuerpo y lo cuidamos tanto –vamos al médico cuando nos duele algo, hacemos deporte para mantenerlo en forma...–, que nos olvidamos de esa parte del mismo que es la que hace que el resto funcione: la cabeza. De igual forma que ejercitamos el cuerpo, también tenemos que entrenar el cerebro , pues el envejecimiento no es solo físico, sino también mental.

Retrasar la sintomatología de alguna futura demencia o minimizar su impacto, es posible si haces crucigramas . Por el momento, no hay estudios científicos que demuestren que este tipo de pasatiempos tengan un efecto preventivo para enfermedades como el Alzheimer, pero lo que sí hacen es aumentar la reserva cognitiva . Así lo explica Miguel Ángel Maroto, director de Ahora Centros : «A mayor reserva cognitiva, la sintomatología asociada a una demencia y el grado de esa demencia sería menor y más tardío».

Los crucigramas, además de estimular áreas relacionadas con la memoria, también lo hacen con el lenguaje y la atención . Este último es muy importante porque, según expone Maroto, muchos fallos de memoria y olvidos derivan de problemas de atención, que es la puerta de entrada de la información al cerebro. Por otra parte, mejoran la habilidad y fluidez verbal y el acceso al léxico. Incluso, ayudan a prevenir y minimizar ese molesto fenómeno llamado ' punta de lengua ', que tiene lugar cuando no te sale la palabra que buscas.

Crucigrama Adobe Stock

De forma indirecta, este tipo de pasatiempos también favorecen a la relajación , pues hacen que toda nuestra atención esté puesta en eso y los pensamientos que generan estrés y ansiedad los expulsamos de nuestro foco de interés. Al final, los momentos en los que te sientes nervioso, describe este psicólogo, son a causa de un pensamiento. Por ello, «si tenemos algún problema, durante el tiempo que estemos haciendo el crucigrama no estarán estos pensamientos que son los que generan realmente la sintomatología fisiológica del estrés y la ansiedad», manifiesta Maroto.

¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando hacemos un crucigrama?

Las neuronas se comunican mediante uniones –sinapsis– y estas se crean según se vayan haciendo diferentes actividades que sean nuevas para el cerebro. Maroto establece el siguiente ejemplo: puedo empezar a tocar el piano, pero en mi cerebro no hay nada sobre cómo hacer esto. Cuando comienzo este método de aprendizaje, se tiene que crear ese circuito impreso de cómo tocar el piano. Y se va estableciendo poco a poco, mediante contactos entre neuronas que van haciendo esa sinapsis. Al ir repasando esos conocimientos, esta sinapsis se fortalece . Por el contrario, si te tiras un año sin practicar con este instrumento, esa sinapsis se va debilitando y te cuesta tocarlo. Podrías volver a hacerlo, pero tendrías que repetirlo muchas veces para que ese contacto entre neuronas, esa sinapsis, se reforzara. «En este caso, los circuitos neuronales relacionados con la atención mantenida o selectiva, el lenguaje y la memoria semántica, se verían reforzados al estar estimulándolos», señala.

Sin embargo, hay otras áreas que los crucigramas no llegan a estimular, como la memoria episódica, la memoria a largo plazo o la de trabajo. Además, aunque es positiva la estimulación cognitiva que se trabaja con este tipo de pasatiempos, es un estímulo muy limitado. «Siempre que hacemos una misma actividad, esa estimulación no continúa siendo de la misma forma para el cerebro, porque este cuando describe aspectos que se hacen de forma rutinaria, tiende a automatizar y a prestar un poco menos de atención », explica este psicólogo. Es igual que cuando conduces: al principio no puedes ni poner la radio y al cabo de un tiempo, al hacerlo con mucha frecuencia, puedes incluso hablar con otra persona sin necesidad de prestar atención al proceso de la conducción que estás llevando a cabo. De la misma forma, ese componente óptimo que tiene para la atención hacer crucigramas, va a ir disminuyendo.

¿Qué otras actividades son beneficiosas para el cerebro?

Cualquier pasatiempo es bueno, sobre todo, si es nuevo, y son muy recomendables a partir de los 60 años. Cada uno estimulará unas áreas primarias y secundarias según el tipo de ejercicio que tengamos que hacer. Pero hay actividades más complejas que son todavía más provechosas para la mente, como aprender un nuevo idioma o comenzar a tocar un instrumento musical .

A la hora de hacer crucigramas, recuerda tener cuidado con la postura, para no contraer dolores cervicales, y no estés un tiempo excesivo que haga que se te resequen e irriten los ojos. En cualquier caso, sus beneficios superan a estas posibles contraindicaciones.

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