Torres regatea a Asenjo para marcar el gol de la victoria
Torres regatea a Asenjo para marcar el gol de la victoria - AFP
LIGA BBVA / JORNADA 34

La fe de Torres desarma al Villarreal

Tras un grave error defensivo de los amarillos, el delantero aprovecha su velocidad para marcar el gol de la victoria del Atlético

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Fernando Torres resolvió un choque que se le complicó mucho al Atlético, que fue de más a menos y que hizo caja gracias a un error garrafal de Bailly y la velocidad y sangre fría del delantero de Fuenlabrada. Tres puntos que valen un potosí en la lucha por el tercer puesto.

[Así hemos contado el partido]

Con Simeone de celebración (45 años recién cumplidos, partido número 200 en el banquillo del Atlético) y tratando de sacudirse el duelo de Champions frente al Madrid por el que algunos juzgan toda su temporada, los rojiblancos se tomaron la revancha con el único equipo que le ha ganado durante esta Liga en el Calderón. El Villarreal podrá alegar que solo la mitad de los jugadores que asaltaron el fortín del Manzanares pudieron comparecer en El Madrigal por culpa de una plaga de lesiones, pero lo cierto es que el atractivo conjunto de Marcelino ha perdido pujanza en las últimas jornadas (lleva ocho seguidas sin ganar) y solo el acopio previo le permite seguir soñando con Europa.

Enfrente, el Atlético presentó su once más reconocible y salió a por el partido, sabedor de que esta semana con tres jornadas encapsuladas es vital para su ambición de ganar la Liga de los mortales. Con Mandzukic reñido con el gol desde hace una eternidad (ni siquiera tiene opciones potables de remate) el caudal acabó desembocando, como casi siempre, en Griezmann. Pidió el francés un penalti tras un buen pase de Mandzukic: hubiera sido una frivolidad, con todo a favor para el remate, que hubiera fingido un derribo de Jokic, pero el árbitro no quiso saber nada. Poco después se escabulló de Bailly a la carrera y remató un poco forzado, encontrando a Asenjo.

Fue una primera parte claramente visitante, aunque la poca rapidez en la circulación de la pelota mermó sus opciones. Aún así, Arda cabeceó de espaldas a la portería, sin hacer diana por poco, y un disparo a bocajarro de Koke salió rozando el poste. Del Villarreal, salvo alguna incursión de Campbell, no hubo noticias hasta pasada la media hora, pero con tan escaso bagaje estuvo a punto de adelantarse en el marcador. Fue en un remate de cabeza de Víctor Ruiz en el área pequeña que sacó Oblak con una mano milagrosa, un paradón para la videoteca. El balón llegó de nuevo a la portería y Godín lo sacó bajo palos. Cada vez que tuvo alguna aparición, el central uruguayo fue objeto de las iras de una grada despechada, pues de aquí saltó al Atlético.

Volvió del vestuario el Villarreal con más ambición, siempre con Campbell como principal argumento, bien en aventuras en solitario o filtrando pases que sus compañeros no supieron aprovechar. Al 10 del Villarreal le faltó un socio despierto para hacer daño. Se estancó el Atlético, lento y previsible, y Simeone reaccionó desde la banda, sacando a Saúl por un gris Arda y a Fernando Torres por un Mandzukic claramente en crisis.

Estaba el Villarreal disfrutando de sus mejores momentos, cuando un error de patio de colegio de Bailly acabó por volcar el duelo del lado rojiblanco. El defensor se despistó y no intuyó el galope de Torres a su espalda, que le robó el balón y enfiló hacia Asenjo. Salió el portero a taparle y, un poco trompicado, el delantero consiguió regatearlo; luego exhibió toda su sangre fría, recortando a un desesperado Bailly para marcar a placer.

Pudo Griezmann aumentar la renta en un contragolpe fulgurante, pero Asenjo desvió a córner. Y fue en el saque de esquina cuando el guardameta se lesionó en la rodilla que le ha traído a maltraer. Asustado por el recuerdo y retorciéndose de dolor, al final salió por su propio pie.

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