FRAUDE FORMACIÓN

El exgerente de CIOMijas se quedó «pasmado» al conocer los expedientes de reintegro

José Gutiérrez ha defendido la legalidad de su actuación y ha confesado que se quedó «pasmado» al conocer cinco años después de dejar el cargo los expedientes de reintegro de las ayudas por unos seis millones

Sevilla Actualizado: Guardar
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El exgerente del CIOMijas de formación en hostelería José Gutiérrez Muñoz ha defendido la legalidad de su actuación en este consorcio durante once años y ha confesado que se quedó «pasmado» al conocer cinco años después de dejar el cargo los expedientes de reintegro de las ayudas por unos seis millones.

En la comisión parlamentaria que investiga las subvenciones de la Junta en materia de formación para el empleo, el que fuera gerente entre 2003 y 2104 ha asegurado que obró de forma legal porque todas las facturas pasaban por la intervención y después autorizaba su pago el presidente del CIOMijas, cargo que desempeñaba la persona que estuviera al frente de la dirección general de formación profesional para el empleo de la Junta.

Gutiérrez Muñoz ha afirmado que todo tenía «apariencia de legalidad, pero te quedas pasmado cuando ven irregularidades a los cinco años» de haber dejado el cargo y cuando «unos pagos se han dado por buenos -por la administración- y después los cuestionan

A preguntas de los grupos del PP y de IU sobre la responsabilidad de las irregularidades que han provocado la apertura de tres expedientes de reintegro durante su etapa al frente del CIOMijas, el exgerente ha dicho desconocer quién es el responsable y ha alegado: «cómo voy a saber que cinco años después alguien que revisa expedientes va a decir que no estaba bien; no lo entiendo y como no hice ningún pago no me puedo hacer responsable".

No obstante, ha insistido en que las subvenciones se destinaban al objetivo del consorcio que era la formación y ha asegurado que «en absoluto tuvo la percepción de graves irregularidades» ni «ninguna alerta de procedimiento de reintegro".

Se ha mostrado orgulloso del trabajo durante once años en el CIOMijas, que consiguió ser centro de referencia nacional en hostelería, y al que ha definido como una «fábrica de empleo", donde se formaron cerca de 2.000 alumnos en ese tiempo y casi todos encontraron trabajo.

A la pregunta de la diputada de Ciudadanos Marta Bosquet sobre las exceptuaciones al CIOMijas, el exgerente ha asegurado que la primera noticia la tuvo por la prensa y no sabía nada porque «entendía que cuando recibía las subvenciones era porque se había hecho bien la justificación» de la misma.

Ante la «extrañeza» del diputado de Podemos Juan Ignacio Moreno de que el solicitante y el proponente de las subvenciones sean el mismo en el caso del CIOMijas, es decir el SAE, el exgerente ha respondido que «la apariencia y la legalidad era así en una organización en la que la persona solicitante coincide con el que autoriza y revisa» las subvenciones.

"¿Se cree que voy a tirar mi carrera por beneficiar a nadie o hacer algo irregular? Mi objetivo eran los alumnos", ha apostillado José Gutiérrez Muñoz.

En esta idea ha abundado el parlamentario del PP Miguel Ángel Torrico al considerar «increíble» que el SAE le concediera al CIOMijas las subvenciones y el director de este organismo firmara como buenas las facturas, pero le haya abierto expedientes de reintegro por facturas indebidamente justificadas.

El diputado del PSOE Rodrigo Sánchez ha sostenido que la responsabilidad de la gestión del CIOMijas es compartida entre la Junta y el ayuntamiento de Mijas, que, a pesar de tener que financiar este consorcio con un veinte por ciento, «nunca puso nada", ha desvelado el exgerente.

Asimismo, ha defendido la legalidad de que la gestión del consorcio a una UTE -integrada por dos empresas- a las que se le asignaba 2,1 millones anuales para impartir cursos, salvo en los tres primeros años que era 1,3 millones.

A la cuestión planteada por el diputado de IU José Antonio Castro de si la UTE se lucró con los fondos de formación, el exgerente ha indicado que lo desconoce y tampoco conoce de dónde procedía el dinero del canon de explotación anual de 300.000 euros que el consorcio abonaba a la UTE, aunque ha explicado que aparecía en las facturas que le llegaban muy desglosadas cada cuatro meses.

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