Violencia de género

The New York Times rinde homenaje a Ana Orantes 23 años después de su asesinato machista

El periódico estadounidense publica un obituario en el que distingue a la granadina, cuya muerte en 1997 sirvió para que la opinión pública española tomara conciencia del problema de la violencia de género

El obituario publicado este jueves por The New York Times sobre la granadina Ana Orantes ABC

Leo Rama

The New York Times ha publicado este jueves el obituario de la granadina Ana Orantes , la mujer asesinada en 1997 ante uno de sus hijos a manos de su marido tras haber denunciado en televisión los malos tratos a los que había sido sometida, y cuya muerte sirvió para visibilizar el problema de la violencia de género en España. 23 años después de su feminicidio, el diario estadounidense le rinde homenaje en su sección de obituarios que no fueron publicados en su momento.

Ana Orantes, durante su aparición en televisión, 13 días antes de su asesinato. ABC

El diario neoyorkino se refiere a Ana Orantes como «la mujer granadina cuyo horrendo asesinato (hace 23 años) trajo el cambio a España» y recuerda que «durante cuatro décadas soportó las palizas de su marido, quien la ató a una silla y la quemó viva con gasolina tras denunciar su caso en televisión», 13 días después de relatar en Canal Sur los múltiples episodios de violencia que sufrió.

Las leyes tras su asesinato

Según el entonces vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, el de Ana Orantes fue «un caso aislado obra de un excéntrico» , tal y como recuerda el corresponsal del periódico en Madrid, Raphael Minder , que también incide en las victorias feministas que acarrearon su asesinato. Finalmente, tras varias reformas normativas, su muerte se tradujo en la aprobación de la ley contra la violencia de género .

The New York Times explica que España, cuya opinión pública se había sensibilizado a partir del asesinato de Orantes , comenzó a recopilar datos sobre violencia doméstica solo en 2003 y «continúa luchando con un número alarmante de homicidios por violencia de género, con más de 1.000 mujeres muertas desde 2003».

The New York Times apuntas que las reformas legale s en esta materia han sido unas 200 veces cuestionadas en los tribunales, y cuyas críticas se han visto acrecentadas a partir del auge de Vox en el tablero político español. Pese a todo, el rotativo destaca el creciente reconocimiento que la figura de Orantes ha ido adquiriendo con los años.

No en vano, Orantes fue una de las 12 defensoras de los derechos de las mujeres elegidas para ilustrar un calendario de 2020, el cual ha sido distribuido a todas las escuelas de Andalucía. Y el año pasado algunas ciudades, como Sevilla, Granada y Madrid, cambiaron el nombre de las calles y otros espacios públicos en su honor, afirma The New York Times.

Un infierno en televisión

El obituario repasa la vida de Orantes: «Nació el 6 de febrero de 1937 en Granada. Su padre trabajaba en la construcción y su madre trabajaba en una tienda de dulces. Ana no asistió a la escuela; trabajó como costurera cuando era niña para ayudar a mantener a su familia». Y desgana también el infierno en el que tanto ella como sus hijos vivieron por culpa de su marido , que incluso le prohibió ver a su propia familia, por lo que Ana Orantes debía visitar a su madre en secreto.

«Cuando su madre le preguntó acerca de sus moretones, ella le dijo que se había lastimado accidentalmente después de desmayarse. "No tenía a dónde ir", dijo», relata el rotativo: «Solo tenía que aguantar una paliza tras otra, solo aguantar» . El periódico rememora que en aquella aparición televisiva, la presentadora la animó a denunciar , y ella contestó: «Lo único que me pesa es no haber hecho esto antes».

Ana Orantes afirmó que había acudido a la Policía en más de una docena de ocasiones para denunciar las palizas de su marido, pero en aquel momento no había leyes que protegieran efectivamente a una persona en su situación . Y ello pese a los múltiples y continuos episodios de violencia a los que fue sometida durante su matrimonio.

Episodios de violencia

«Una de sus hijas, que tenía 10 años en ese momento, dijo que su padre había tocado inapropiadamente sus muslos debajo de la mesa mientras cenaban. Cuando Orantes se lo echó en cara a su esposo, acusó a su hija de inventar la historia y luego golpeó a su esposa, advirtiéndole que no presentara una queja. Después de eso, “mi hija se asustó y nunca me dijo nada más", dijo Orantes», apunta el diario.

En otra ocasión, Orantes había llevado a su hijo de 8 años a un médico en una emergencia médica. Cuando llegó a casa, encontró la casa cerrada y su esposo esperándola, rodeada de sus otros hijos. Cuando ella explicó dónde había estado, «él me dio una paliza que podría haberme matado» , dijo. La acusó de ir «a dormir con todos los chicos del vecindario» en lugar de visitar al médico, según recoge la Cadena Ser.

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