REPORTAJE

La visita del doctor Fleming a Córdoba

El paso por la ciudad del descubridor de la penicilina en 1948 apenas duró diez horas cargadas de emoción y alegría. Unas fotos de Santos ayudan a recomponer la histórica jornada

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Un obrero besa la mano de Fleming a la altura del Triunfo de San Rafael Santos / Archivo de Juan Manuel Fernández

El 9 de junio de 2023 recordaremos el 75 aniversario de la visita del admirado doctor Fleming a Córdoba . En pocas ocasiones como en esa, de entre los grandes personajes que en la historia nos han visitado, se pudo palpar la comunión unánime de todo el pueblo cordobés en una explosiva alegría por su reconocimiento.

Hoy en ABC ven la luz tres desconocidas y fundamentales fotografías de tan señalado día realizadas por el fotógrafo social por excelencia, Domingo García Santos , que recogen tres momentos claves de lo vivido; entre ellos, el que plasma el momento de más emoción, cuando un cordobés besó espontáneamente las manos de Alexander Fleming como muestra de agradecimiento. Solo un fotógrafo muy avispado y con experiencia en mil lides pudo ser capaz de recoger la escena en ángulo tan abierto y captar justo el momento, aun con la precariedad de las cámaras de la época .

Las crónicas recogen cómo desde las primeras horas de la mañana el público comenzó a confluir en las inmediaciones del Puente Romano . A las once, el lugar de recepción se hallaba invadido por una imponente masa de personas pertenecientes a todas las clases sociales y que se agolpaban sobre la puerta del puente haciendo difícil su acceso.

Un hombre campechano

Allí esperaban el alcalde de la ciudad, don Rafael Salinas Anchelerga, al frente de los miembros de la Comisión Gestora en Pleno; el secretario oficial del Ayuntamiento, don Adolfo Chércoles ; el decano de la Facultad de Veterinaria, don Germán Saldaña; los catedráticos de dicha facultad don Rafael Castejón y Martínez de Arizala , don Manuel Pérez Cuesta y don Diego Jordano ; el jefe provincial de Sanidad, don César Sebastián ; el presidente de la Academia de Ciencias Médicas, don Julián Ruiz Martín; el presidente del Colegio Médico, don José Navarro Moreno , juntamente con numerosos profesionales de la clase médica de Córdoba; así como el jefe Provincial de Ganadería, don Mariano Giménez Ruiz , y la Junta Directiva del Colegio de Ganadería, además de nutridísimas representaciones de todas las esferas.

Anticipándose a la caravana del doctor Fleming , llegaron desde Sevilla los doctores Camacho, Riera de Galío y Delgado Rey , que acompañaron al ilustre visitante durante su estancia en Córdoba . En una de las fotografías vemos al doctor rodeado de colegas y miembros del mundo académico que tuvieron la oportunidad de acompañarle ese día.

A las doce de la mañana llegó la expedición en la que venía el famoso profesor, el cual, al ser reconocido por la inmensa muchedumbre, fue saludado con una calurosa salva de aplausos. Con el científico Alexander Fleming viajaba su mujer.

Fleming junto a representantes médicos y científicos Santos / Archivo de Juan Manuel Fernández

La crónica de aquel día recogía expresamente las sensaciones respecto al aspecto de Mr. Fleming y empezaba diciendo que aparentaba unos cincuenta y ocho años —cuando en realidad tenía 67— y que a pesar de su edad, disfrutaba de un envidiable vigor físico, campechanía y optimismo, a lo que debe unirse un profundo sentido del humor que dejaba huella en su rostro de una mirada expresiva y penetrante.

«Tiene los ojos azules, las cejas pobladas y los cabellos blancos, uno de cuyos mechones rebeldes caen sobre su frente despejada. Su natural es grave pero sencillo y sin afectación, que respira respeto y simpatía a la vez. Su gesto característico es la sonrisa que ilumina su rostro bondadoso». Vestía traje gris cruzado, a rayas, con camisa color violeta claro, también a rayas y lazo color marrón, con motas blancas.

Su recorrido desde el Puente Romano hasta la Mezquita se hizo muy difícil entre las constantes aclamaciones del público que le rodeaba; para gozar del privilegio de verle de cerca, aplaudiéndole y vitoreándole sin cesar. Desde aquí, todas las calles de la ciudad que el doctor Fleming recorrió en su paseo se encontraban engalanadas en su honor.

El gesto de un obrero

El cronista refleja en su artículo, publicado en ‘Diario Córdoba ’ el 10 de junio de 1948 , justo la escena comentada y recogida oportunamente por Santos . Un obrero que pasaba por aquel lugar en aquellos instantes al conocer la presencia del profesor Fleming consiguió llegar hasta él exteriorizando su intensa emoción, para mostrar al famoso investigador su agradecimiento por haber salvado con su invento la vida de un familiar suyo. Besó su mano, dejándola bañada en lágrimas. Pasos más adelante, se acercó a él una buena mujer, reproduciéndose la conmovedora escena.

El señor Fleming y su esposa, en unión de las autoridades y acompañantes, visitaron la Mezquita-Catedral y posteriormente el Museo de Romero de Torres , donde fueron recibidos por el director honorario del Museo Provincial de Bellas Artes , don Enrique Romero de Torres, que les mostró las diferentes salas.

Seguidamente, el eminente descubridor de la penicilina y Premio Nobel de Medicina (eso fue en 1945 ) junto al grupo de visitantes marchó al Ayuntamiento, donde se celebró el acto de la recepción oficial y el nombramiento del famoso bacteriólogo británico , como huésped de honor.

Visitó la Mezquita, el Museo de Bellas Artes, San Jerónimo una exposición taurina y el Círculo. Recibió un sombrero cordóbes

La llegada de Fleming al edificio municipal fue de una emoción inenarrable. El público estacionado frente al Ayuntamiento, le tributó una entusiástica acogida, obligándole a salir al balcón principal para corresponder a estas demostraciones de afecto. En el salón capitular se celebró el solemne acto, presidido por la pareja y las primeras autoridades junto con la Comisión Gestora municipal.

El alcalde pronunció unas emotivas palabras, significando la gran satisfacción de la ciudad por la visita del gran benefactor de la humanidad al que testimoniaba oficialmente su admiración y reconocimiento esperando del famoso sabio que en su visita por el extranjero, «sea intérprete de la magnífica realidad española lograda por el Caudillo ». Terminó con un ¡viva! al profesor Fleming que fue contestado con un gran entusiasmo por los asistentes. El momento queda recogido en una de las fotografías en las que se observa cómo el doctor Fleming y su mujer escuchan la intervención del alcalde de Córdoba , don Rafael Salinas Anchelerga , sentados en una mesa con el escudo de Córdoba en su frontal.

A continuación, el homenajeado pronunció un breve discurso en inglés para contestar al alcalde. Dijo que en su corta estancia en España había oído hablar de las bellezas de Córdoba , que ha podido admirar, sintiendo de veras no haber venido antes, porque su visita ha resultado mejor de que lo que esperaba. Expresó su deseo de que Gran Bretaña y España establecieran cordiales relaciones y afirmó que «siempre dirá la verdad de España en el mundo». Sus palabras fueron muy aplaudidas.

El científico y su esposa escuchan al alcalde Rafael Salinas Santos / Archivo de J. M. Fernández

A las dos de la tarde, la comitiva fue obsequiada por el Ayuntamiento y la Diputación con una comida en el Real Círculo de la Amistad a la que asistieron doscientos comensales. Mr. Fleming se levantó para dar las más expresivas gracias a Córdoba , representada en su alcalde, por el cúmulo de atenciones recibidas en su corta estancia, cuyo recuerdo, dijo, «guardaría siempre en su corazón». Sus últimas palabras fueron subrayadas con prolongados aplausos. Terminada la comida, el alcalde hizo entrega al doctor Fleming de un magnífico sombrero cordobés, como regalo, que el afamado profesor se puso enseguida, haciendo gala de su proverbial campechanía.

Por la tarde, Sir Alexander Fleming, su esposa, acompañantes y un grupo de personalidades realizó una excursión al monasterio de San Jerónimo, donde fueron agasajados con esplendidez por sus propietarios, los marqueses del Mérito . A las siete de la tarde, los excursionistas regresaron a Córdoba donde realizaron una visita a la III Exposición de Arte Taurino que fue muy del agrado del ilustre invitado.

Seguidamente, tocado del clásico sombrero cordobés, inició su regreso a Sevilla , manifestando de nuevo la satisfacción por su estancia. Hoy confirmamos que así fue gracias a las imágenes del fotógrafo Santos .

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Juan Manuel Fernández es Académico correspondiente de la Real Academia de Ciencias Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba

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