Reportaje

Ventura Rodríguez, un genio de la arquitectura en la Córdoba del siglo XVIII

Fue el autor de la intervención en la iglesia de Santa Victoria de la que se cumplen 250 años

El arquitecto, retratado por Francisco de Goya ABC

Fñelix Ruiz Cardador

La Córdoba amurallada de la segunda mitad del siglo XVIII , lejanas ya las glorias andalusíes , fue un punto de encuentro para algunos de los mejores arquitectos del periodo. Los encargos de la Iglesia y los nuevos proyectos eclesiales trajeron por la ciudad a personajes muy interesantes, como los franceses Baltasar Dreveton o Jean Baptiste Verdiguier .

Ellos, por el brillo que todo lo francés adquiere en esos siglos de la Ilustración y avance de la razón, despiertan hoy los ecos de aquel momento histórico, aunque en realidad también trabajaron en la ciudad otros maestros de la arquitectura española del momento. Tal es el caso del madrileño Ventura Rodríguez , que llegó hace ahora justo 250 años a la ciudad para asumir un curioso encargo: restaurar la cúpula de la iglesia de Santa Victoria , que había construido apenas diez años antes los arquitectos franceses Louis Gilbert y el mencionado Dreveton con tan dudosa pericia de que la techumbre se había venido abajo.

El trabajo del especialista se produjo en 1772 y supuso la conexión de la ciudad con la arquitectura madrileña de su tiempo

El trabajo de Ventura Rodríguez en Córdoba se produjo en 1772 y supuso la conexión de la ciudad con toda la historia arquitectónica madrileña del XVIII , ya que Rodríguez había sido el alumno y colaborador de Giovanni Sacchetti en todas sus intervenciones en el Palacio Real y el Real Sitio de Aranjuez , así como teniente junto al italiano en el Ayuntamiento de la ciudad de Madrid .

Frente a la resolución cuestionable de los franceses , Ventura dejó en la iglesia de Santa Victoria , de estilo neoclásico y planta circular, una elegante cúpula, que sobre muros reforzados solventó el problema precedente. Los errores al respecto no eran raros entonces, como demuestra el hecho de que Rodríguez admitió en ese periodo de su vida, en el que ya no ejercía como arquitecto real, diversos encargos de municipios que necesitaban de alguien con pericia para cerrar sus cubiertas.

La sabiduría de Ventura Rodríguez le venía de cuna, pues se crió en una familia de arquitectos relacionada con la localidad madrileña de Ciempozuelos . Desde muy joven comenzó a trabajar con su padre, que fue quien lo llevó como aprendiz a las obras de construcción del Real Sitio de Aranjuez . El joven tenía buena mano para el dibujo y fue eso lo que, tras descubrirlo, más valoró el arquitecto jefe del momento, el siciliano Filippo Juvarra .

Cúpula de la iglesia de Santa Victoria ABC

Cuando Juvarra decidió regresar a su país, lo sustituyó en la Corte Gioavanni Battista Saccetti , que no sólo mantuvo a Ventura Rodríguez entre sus colaboradores sino que lo propuso para diferentes puestos de relevancia. Incluso lo promocionó para que fuese aceptado como miembro de la Academia de San Luca de Roma .

Juntos accedieron también al Ayuntamiento de Madrid , puesto clave pues de él dependía el importante crecimiento y reordenación que el caserío de la capital de España iba a sufrir en ese siglo. Ventura Rodríguez fue también el encargado de organizar el adorno de edificios para la entrada de Carlos III en la Corte . El destino iba a ser ciertamente caprichoso sin embargo, pues en ese mismo año de 1760 el monarca iba a deponer a Sacchetti del cargo de arquitecto real para entregárselo a Francesco Sabatini, el célebre constructor de la madriñela Puerta de Alcalá .

Un cambio de estilo

La intervención de Ventura Rodríguez en Córdoba y su estancia en Córdoba para supervisar las obras se enmarca en este último periodo de la vida de Rodríguez , cuando, apartado ya del trabajo en la Corte y tras sufrir un cambio de estilo tras estudiar la obra del arquitecto del siglo XVI Juan de Herrera , se centra en su labor en Madrid y comienza a aceptar proyectos privados de muy distinto tipo.

La mayoría de ellos procedían de la iglesia, como en el caso de Córdoba , aunque también fueron numerosos los nobles que lo requirieron para diseñar sus palacetes o capillas, incluso miembros de la familia real. En su función municipal, participó en el diseño del Madrid que se iba ampliando en esos años y en la construcción de edificios y elementos públicos tales como puentes, mataderos, fuentes u hospitales, muchos de los cuales se conservan hoy aunque en muchos casos con los usos reconvertidos.

Fachada de la iglesia de Santa Victoria ARCHIVO

Ventura Rodríguez murió finalmente en 1785 en su domicilio de la calle Leganitos de Madrid , apenas tres años después de que lo retratase Francisco de Goya , y su nombre quedó para siempre asociado a esa ciudad. Allí lo recuerda una céntrica calle, que conduce de Ferraz a Princesa , y también un centro de salud o una estación de metro.

Su obra quedó sin embargo repartida por numerosas ciudades de España , como Valladolid , Segovia , La Coruña o la propia Córdoba . Aquí, gracias al derrumbe de una techumbre y la pericia dudosa de dos arquitectos franceses, su nombre se unió para siempre, aunque no fuese en su periodo de máximo brillo, a la historia arquitectónica de la ciudad.

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